Tras la derrota de Riazor, el principal objetivo del Athletic pasa por lograr una plaza en la Intertoto. Por ello, cuando aún restan seis partidos para la conclusión de la Liga, en el entorno rojiblanco ya se empieza a hablar sobre los cambios que podría presentar la plantilla.

En el capítulo de incorporaciones suenan los nombres de Joseba Llorente -aunque está muy cerca del Villarreal y lo publicado ayer por un medio vizcaino parece un intento de camuflar la mala gestión de Ibaigane en este caso-, Sola o Joseba del Olmo como futuribles.

Pero, antes de que nadie entre por la puerta de Lezama, no cabría olvidar que a partir del 1 de julio el Athletic contará con 24 jugadores bajo contrato. A este grupo, si nada cambia, se le unirán Armando, a quien se quiere renovar, y los cedidos Lafuente -aunque el Espanyol está contento con él- y Vélez. Así, sin contar fichajes ni posibles ascensos de la cantera -a Caparrós le gusta Iturraspe y otros como Anaitz o los Goñi también podrían tener sus opciones- u otras situaciones por resolver como el préstamo de Del Horno, la nómina de jugadores con contrato en vigor para la siguiente campaña asciende a 27.

Queda claro por tanto que de dicho contingente tendrán que salir varios descartes. Los primeros parecen cantados: Dani Aranzubia y Unai Expósito. Ambos acaban contrato y todo indica a que no seguirán. El de Gurutzeta podría interesar a Numancia y Valladolid.

A lo largo de la temporada, el de Utrera ya ha realizado dichos descartes de facto. Y es que ocho jugadores, sin contar a Javi Casas que está sin ficha, ni siquiera han llegado a los 500 minutos. En esa tesitura, quienes más boletos tienen para continuar son Muñoz y Garmendia. El iruindarra fue una incorporación aceptada por Caparrós pero se ha visto relegado a la quinta opción para el pivote, por detrás de David López incluso. El caso del basauritarra es el más rocambolesco. Sin verle, ya que sólo jugó 20 minutos en un amistoso, el andaluz estuvo a punto de dejarle sin ficha en caso de que Ezquerro hubiera vuelto a Bilbo. Después, se le recomendó buscar equipo en el mercado invernal, pero desde enero ha vuelto a las alineaciones.

Cinco casos por resolver

A partir de aquí, están los proscritos. La situación más llamativa es la de Tiko. El de Arrosadia comenzó la temporada como titular, sin desentonar y actuando infiltrado a petición expresa del técnico. No obstante, ha pasado al más absoluto ostracismo, salvo en dos partidos en Copa, donde fue de los mejores, y su situación es más que complicada. Con 31 años, contrato hasta 2010, problemas físicos y la sombra de las declaraciones de José Luis Bilbao dirigidas en su contra de fondo, habrá que ver qué ocurre con él. Para Caparrós, desde luego, no cuenta.

Otro ejemplo significativo es el de David Cuéllar. Otro fichaje bendecido por el técnico, llegado a cambio de 400.000 euros y con cambio de representante, la operación se hizo con Arrinda incluido. Pero, el txantreano apenas ha rascado bola y tampoco espera hacerlo a partir de ahora, como declaró en Riazor.

Ander Murillo por su parte tiene 24 años y 153 partidos de rojiblanco, pero no es del gusto del entrenador. Puede jugar de central, lateral derecho y pivote defensivo, pero en esta liga sólo suma 93 minutos. Su marcha no dejaría de ser sorprendente, por su edad, polivalencia y participación en otras campañas.

Luis Prieto también vive una situación novedosa. Por primera vez no es titular, no ha tenido ninguna oportunidad y, aún siendo uno de los modelos de jugador para el club, es probable que tenga que salir de Bilbo. De hecho, sólo ha jugado tres minutos en liga y no goza de la confianza de un Caparrós que se olvida de él hasta en las ruedas de prensa. Más de un equipo de Primera preguntará por él.

Finalmente, está Iban Zubiaurre. El de Mendaro sólo ha sido titular una vez en liga, la única desde 2005 y su futuro futbolístico es más que incierto. Con la sentencia del TS español aún pendiente, necesita minutos para recuperar sensaciones y en el Athletic lleva casi un año y medio sin tenerlos.