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GUíA GEOLÓGICA DE EUSKAL HERRIA

¿Qué hace un cangrejo a mil metros?

Si vas al monte, no observes solamente el paisaje lejano, mira al suelo, porque puedes encontrar muchas sorpresas: dibujos de corales, cangrejos perfectamente conservados, dientes de tiburón, caracolas... Ven, ya verás.

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Maider IANTZI

Te invito a Luberri, al Centro de Interpretación Geológica de Oiartzun, en el barrio Ergoien, para que conozcas la historia geológica del país en un apasionante viaje en el tiempo a través de los últimos mil millones de años. Jose Anjel Torres, impulsor de esta iniciativa cultural, te mostrará encantado el museo, donde se exhiben rocas, minerales y fósiles de distintos lugares de Euskal Herria y del mundo. Te enseñará, asimismo, todo el material publicado: cuadernos didácticos para niños, fichas didácticas para colegios, y el último trabajo, la Guía Geológica de Euskal Herria, dirigido a los amantes de la naturaleza, montañeros y excursionistas, sobre todo gente que le gusta la geología y la historia. ¿Cómo se han formado nuestras montañas? ¿Por qué hay cangrejos a mil metros de altura? Este trabajo puede ayudar a descifrar las claves, a explicar los porqués.

Antes de nada, se hace una descripción de cómo se formó el planeta Tierra a partir del Big Bang, cómo durante un tiempo fue una masa prácticamente incandescente que se estaba solidificando, enfriando poco a poco, hasta que empezaron a crearse las condiciones que permitieron que se desarrollasen las primeras formas de vida. Cuando surgió el mar, el agua estaba muy contaminada, llena de minerales pesados o gases venenosos, hasta que gracias a ciertos cambios químicos empezó a intervenir la oxigenación. Parece ser que las primeras algas, los primeros seres que vivieron fueron unicelulares, muy insignificantes pero muy importantes, porque empezaron a crear las condiciones para que se desarrollara la vida en el mar.

Hasta hace 300 millones de años Euskal Herria estuvo bajo el mar, como gran parte del mundo. Luego la tierra empezó a moverse y se formaron arrugas, pliegues que permitieron que emergieran las primeras zonas continentales: el macizo de Quinto Real, Aldude y Bortziriak. En aquella época, el clima era tropical en este hemisferio (las placas no estaban en las posiciones de ahora). Como había mucha lluvia proliferaron bosques, y sus restos se pueden observar en Bera, Etxalar, Ibanteli, también en la zona de Quinto Real, en Eugi... «¡Quién sabe si sobre la zona de los macizos de Ibanteli y Aldude pudo haber incluso dinosaurios! Pero hoy por hoy no hemos encontrado restos de este tipo de criaturas, porque posiblemente los ha llevado el arrastre del agua. Tenemos muy pocos datos de lo que había en la zona continental, salvo vegetales y elementos posteriores muy repartidos», te informará Torres.

Hace unos 50 millones de años se produjo un choque entre la placa tectónica africana y la ibérica. La orogenia alpina empezó a doblar como un acordeón las tierras y a sacar los antiguos sedimentos marinos a tierra firme. Por eso hay zonas, como Aralar o los montes del Duranguesado, que son de caliza y están repletos de organismos coralinos. Había arrecifes de corales como los que hay ahora en Australia o el Mar Rojo. En aquella época se levantaron los montes vascos y los Pirineos.

Las rocas más antiguas de Euskal Herria están en la localidad labortana de Kanbo, en los bajos montes Urtsumendi y Baigura. Son rocas cristalinas, esquistos, cuarcitas. Lo importante es su edad (tienen aproximadamente 800 millones de años), pero la parte mala es que no tienen fósiles. ¿Y dónde están entonces los fósiles más antiguos? Se han descubierto en Nafarroa, cerca de Orreaga, en el eje pirenaico, coincidiendo un poco con el Camino de Santiago. Corresponden sobre todo a los trilobites. Estos animales eran como unos cangrejos muy antiguos que se dedicaban a pasear por el fondo del mar y hacían surcos. Encontramos surcos rellenos de sedimento en Orreaga y también cerca de Donibane-Garazi, en la población de Lasa. Justamente a los dos lados del Pirineo. Son las mismas capas y tienen la misma edad: 490 millones años.

La vida era muy abundante

En el libro, aparte de indicar dónde están las rocas y los fósiles, se describe de forma muy esquemática cómo eran las formas de vida, en qué ecosistema vivían, qué hábitat te- nían, qué ha quedado fosilizado... para que entiendas cómo eran los animales, la mayoría extinguidos. Baztan, Baigorri, Banka, son zonas que tuvieron un pasado marino importante y tenemos la suerte de encontrar bajo las rocas formas de diferentes especies.

Trilobites, estrellas de mar muy primitivas, crinoideos... La acumulación de conchas en las rocas muestra que la vida era muy abundante. Se suele decir que los fósiles corresponden a las formas de vida más duras. Sin embargo, los milagros de la naturaleza han permitido que seres tan suaves y delicados como las medusas se hayan fosilizado. Muchas de las medusas que flotan en el mar causando miedo en las playas son medusas Aurelia, de hace 400 millones de años.

Aiako Harria, además de constituir una emblemática montaña, fue el tercer macizo vasco que se levantó. Los primeros continentes que surgieron fueron los de Quinto Real, junto al río Arga; los siguientes, Bortziriak y Aldude; y el tercero, Aiako Harria.

Todas las areniscas rojas que aparecen en Larrun corresponden a las zonas de playa y marismas del Triásico. Entre los restos rarosestán las huellas de animales terrestres que se han encontrado en Baztan, entre las lojas de las canteras de areniscas rojas, que se explotan para parques y aceras. Son como tres dedos. Parecen de dinosaurio. Se ve que son de unos anfibios, una especie de salamandras gigantes que andaban husmeando.

En el Jurásico hubo otra eclosión de vida, con un montón de moluscos, esponjas, ostras y belemnites (los chipirones de hoy en día). Los montes del Duranguesado, Anboto, Urkiola, Gorbea, son antiguos arrecifes de coral, al igual que Aralar, y en ellos se hallan fósiles de cangrejos como los de ahora, peces, corales y ostras.

La placa ibérica iba acercándose a Euskal Herria, produciéndose al final un choque. La placa ibérica estaba al sur de Euskal Herria, en la costa donde vivían los dinosaurios. En Araba vivieron dinosaurios hace 70 millones de años, hasta que cayó un gran meteorito y los extinguió.

En Sopela, Soraluze y Fruiz hay numerosas rocas volcánicas que demuestran que en la geografía vasca se abrieron una especie de grietas subterráneas bajo el mar y empezó a brotar el material volcánico. Este material que está bajo el mar se enfría muy rápidamente, hace separar los territorios como una cinta transportadora y van saliendo materiales sin cesar, se reparten hacia izquierda y derecha, cada vez se hace más terreno, separa los continentes. Ese episodio duró unos dos millones de años. Luego vino otra vez sedimento de norte y sur y volvieron a aparecer numerosas formas de vida.

Debido al gran meteorito que cayó en el Golfo de México, las aguas salieron disparadas, se crearon enormes maremotos, y la polvareda que surgió del choque proyectó un montón de material a la atmósfera. En las zonas continentales donde había bosques la fricción hizo un efecto de 500.000 bombas atómicas. Todos los bosques ardieron. El polvo y el humo debieron estar cubriendo el planeta Tierra dos años. Una especie de niebla ciega no dejaba pasar los rayos de sol. Pero hubo animales y plantas que no se extinguieron. Por eso siguió la vida.

A Jose Anjel Torres le resulta curioso decirles a los iruindarras que en la cuenca vivieron sirenas, unos delfines gorditos que siguen existiendo, por ejemplo, en Florida. Pero hace 40 millones de años ese paraje estaba sumergido bajo el mar y había ballenas, horcas, delfines, sirenas...

Los ammonites son organismos unicelulares que parecen monedas. Había tanta cantidad que formaban capas de varios metros de espesor. En Aralar hay zonas donde se puede ir con una pala y recoger toneladas y toneladas como si fueran lentejas. Hay distintas especies de ammonites y, casualmente, los más grandes que conoce Torres están en Getxo, en Punta Galea.

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