Los «fantasmas urbanos» de Harri Larunbe visitan el Centro de Arte Contemporáneo de Uharte
En «10 mm», la instalación que el joven artista de Uharte Harri Larunbe expone en el Centro de Arte Contemporáneo, el espectador se ve inmerso en un «bucle» donde sólo se ve a sí mismo de espaldas.
GARA | UHARTE
El Centro de Arte Contemporáneo de Uharte albergará hasta el 25 de mayo los «fantasmas urbanos» del artista navarro Harri Larunbe, una exposición de pintura escultórica que no es una ventana al mundo, sino «un retrato bucle del propio espectador».
La instalación «10 mm» es un laberinto de paneles blancos en los que Larunbe ha pintado en ambas caras una serie de personas que captó con su cámara fotográfica mientras paseaban por la calle totalmente desprevenidas, como si de un espía se tratase, y a las que retrata de espaldas y a tamaño natural jugando con los claroscuros y la mancha. «Cuando comienzas a aprovechar un soporte por las dos caras transformas lo pictórico en escultórico, ese cuadro ya no se cuelga de la pared y lo que prima ya no es la pintura sino la instalación», explica el artista de Uharte de 29 años.
Para Larunbe, el espectador de esta obra debe tener una mirada «más activa y abierta», porque se encuentra con el impedimento físico que supone la pared como un muro y también el psicológico, ya que todas las figuras dan la espalda. Al tratarse de gente corriente, argumenta, «es fácil identificarse con esas personas», por lo que el espectador se encuentra en un «bucle» del estilo de «El retrato de Edward James» de René Magritte, en el que el personaje se mira al espejo y sólo se ve a sí mismo de espaldas.
«No podemos ver nada»
A través de la reiteración de las figuras, el visitante «busca, pero encuentra todo el rato lo mismo», que no es otra cosa que gente mirando hacia los diez milímetros de grosor de los paneles donde, según Larunbe, «parece que esté contenida la importancia de la obra misma pero, sin embargo, no podemos ver nada».
Para el comisario de la exposición, Jabier Villarreal, este soporte se convierte en un «condensador de energía» que «parece engullir a esos personajes que están dibujados en él». Villarreal, quien fue profesor del artista durante sus estudios de Bellas Artes en la UPV-EHU, destaca que su antiguo alumno pertenece a una generación de jóvenes con la prioridad de adquirir una «preparación sólida en el terreno de la plástica».
Además, el comisario opina que Larunbe cuenta con «una sensibilidad que le posibilita proponer historias que resulten interesantes» a través de una «auténtica tecnodiversidad» en la que mezcla lo viejo con lo nuevo, los dibujos en la pared como en Altamira con el tratamiento digital de las imágenes del vídeo situado al final de la exposición.
Por su parte, el uhartearra insiste en que «no plantea una revelación sino una pregunta», aunque confiesa que su propuesta es «que el arte está en la vida, en experimentar las cosas, en la manera de sentir, de ver el mundo y, sobre todo, de pensar».
Por eso matiza que la obra también le supone una búsqueda de sí mismo y, de hecho, se ha retratado tanto de espaldas como de frente en la pared del Centro de Arte Contemporáneo uhartearra, acompañado de una serie de personas que miran de frente al espectador sorprendiéndole de repente entre tantas espaldas.
Lugar: Centro de Arte Contemporáneo de Uharte (c/Zubiarte, s/n).
Artista: Harri Larunbe.
Instalación: «10 mm».
Precio de la entrada: Gratuita.
Horario: De martes a viernes de 11.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00.
Los sábados, domingos y festivos, de 11.00 a 20.00.
Los lunes está cerrado.