Secuestrado por piratas en Somalia un atunero bermeano con 26 tripulantes
El atunero vasco «Playa de Bakio», con base en Bermeo, fue secuestrado ayer por piratas junto a Somalia, sin que conste que alguno de sus 26 tripulantes, cinco vascos, haya sufrido daños. Las últimas noticias señalaban que habría sido desviado a tierra por los secuestradores.
Joseba VIVANCO |
Los teléfonos de las oficinas del armador Pesquera Vasco-Montañesa (Pevasa) de Bermeo no dejaban de sonar a última hora de la tarde de ayer. La noticia del secuestro de uno de los cuatro atuneros de su propiedad en las peligrosas aguas somalíes, donde hace apenas unos días era asaltado un velero de lujo francés, era revelada por el Departamento de Agricultura, Pesca y Alimentación del Gobierno de Lakua. ``Piratas asaltan barco atunero vasco mientras faenaba en Somalia'', titulaban las agencias de información. «No podemos decir nada, acabamos de llegar y no sabemos nada todavía. Allí es de noche ahora», respondían con nerviosismo desde Pevasa.
Se trataba del ``Playa de Bakio'', un atunero congelador que faena habitualmente en aguas del Índico. De 75 metros de eslora, la tripulación del buque abordado la componen 26 tripulantes: cinco vascos, ocho gallegos y 13 de origen africano. Según informó el Ejecutivo de Lakua, los hechos sucedieron mientras el buque faenaba a 250 millas de la costa de Somalia, en aguas internacionales y alejadas de la zona de exclusión.
Según este mismo relato, cuatro piratas armados se habrían hecho con el control del barco tras atacarlo con lanzagranadas, matizando que no se habrían producido heridos entre los tripulantes del pesquero. El departamento de Pesca aseguró que el barco había sufrido «algunos daños» en el ataque, pero que «se puede gobernar». Según esas mismas informaciones facilitadas, el buque estaba siendo llevado a tierra a primera hora de la noche por los piratas, algo habitual en estos casos, ya que tras actuar suelen buscar el refugio terrestre.
Este incidente motivó también la intervención del Gobierno estatal. Un gabinete de crisis de La Moncloa se hizo cargo de las gestiones, poniendo al segundo jefe del Estado Mayor de la Defensa al frente de las operaciones y de la coordinación.
Desde el Gobierno español se informó también de que los ministros de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y de Defensa, Carme Chacón, habían transmitido a los enlaces de la OTAN la situación del pesquero vasco para que los navíos de esta organización que se encuentren en la zona puedan realizar las acciones oportunas. Igualmente, una fragata española en el Mar Rojo se dirigía anoche a la zona donde el barco fue secuestrado.
Los pesqueros vascos conocen de sobra la peligrosidad de estas aguas e históricamente han sufrido «encontronazos» con estos piratas del siglo XXI que continúan actuando.
El primer ministro somalí reclamó justo ayer un aumento de la ayuda internacional para combatir la piratería, en unas aguas donde la International Maritime Boureau reconoce el aumento de un 10% de incidentes en el último año.