Campeonato Manomanista
Leiza se hace el harakiri y vuelve a perder ante Oinatz
El de Lemoa no jugó bien sus bazas y fue incapaz de trasladar al marcador su superioridad en el peloteo
Aritz SORZABAL | EIBAR
Iñigo Leiza desperdició ayer una gran oportunidad de plantarse en cuartos de final del Manomanista y de enfrentarse en esa ronda a Aimar Olaizola, vigente campeón. El vizcaino dio la impresión de ser superior a Oinatz Bengoetxea, pero, en lugar de ratificarlo dando continuidad a un peloteo en el que casi siempre dominó, dio oxígeno a su rival a base de dejadas que se volvieron en su contra.
Y es que el de Lemoa no estuvo nada afortunado con esa jugada, ya que, en la mayoría de las veces en las que la ejecutó, puso la pelota demasiado alta. El navarro, dominado casi siempre que se encontró con ese regalo, no dejó pasar prácticamente ninguna oportunidad y sacó petróleo de esas imprecisiones. Eso, unido a su capacidad de sufrimiento y a que la suerte también estuvo de su lado -se apuntó dos tantos consecutivos gracias a sendas escapadas muy afortunadas (3-2 y 3-3)-, le llevó al cartón 22.
Evidentemente, al margen de resistir, Bengoetxea VI también hizo algo más para merecer la victoria y volver a derrotar a Leiza, algo que ya hizo en el Manomanista de 2007. En este sentido, el saque fue su mejor arma, un aspecto del juego que le rescató cuando el choque comenzaba a ponérsele cuesta arriba (7-3). No es que metiera muchos saques directos, únicamente dos, sino que aprovechó la segunda jugada para martillear a su adversario cuando éste se sentía más a gusto.
El 7-5, 7-6 y 7-8 los consiguió con el segundo pelotazo, después de arrinconar al colorado con un saque envenenado. En el primero de los casos realizó una dejada en el ancho; en el segundo, una dejada en el txoko; y en el tercero, un dos paredes.
Con el navarro por delante en el marcador, Leiza se impacientó y cometió el error de no aprovechar su claro dominio en el peloteo. Así las cosas, Oinatz Bengoetxea se escapó hasta el 9-14, aunque todavía había mucho por decidir. De hecho, el delantero navarro cometió muchas imprecisiones, demasiadas como para intimidar a su próximo rival, un Aimar Olaizola que presenció el partido desde la grada. Leiza las aprovechó para darle la vuelta al luminoso (17-16). Un error del lemoarra, que mandó la pelota a la txapa de arriba, igualó la contienda (17-17). Todavía se puso por delante una vez más, al aprovechar un fallo ajeno (18-17), pero el cansancio le pasó más factura a él que a su rival.
A falta de buen juego, parecía que habría emoción. Pero Leiza no supo sufrir tanto como Bengoetxea VI, un especialista en esas lides. El navarro firmó un 0-4 que le llevó directo al triunfo, un parcial en el que incluso mandó la pelota por encima del vizcaino, aprovechando una nueva dejada alta (18-19). Un dos paredes, una volea al ancho y un nuevo dos paredes, al aprovechar otra mala dejada de Leiza, sirvieron para establecer el definitivo 18-22.
Aimar Olaizola, en cuartos
Al término del encuentro, el ganador reconoció haber sufrido «una barbaridad» e indicó que las victorias «saben mejor» de esa forma. En cuanto a su próximo compromiso, destacó que Aimar Olaizola «es un pelotari impresionante». No obstante, abrió una puerta a la esperanza para la cita de cuartos de final. «Si sufro tanto como hoy, le daré trabajo», añadió.
Rubén Beloki y Asier Olaizola se enfrentan hoy en el Beotibar de Tolosa (17.15) en el último partido de octavos de final del Manomanista.
El choque servirá para despejar la incógnita sobre el estado físico de Rubén Beloki. El de Burlata reapareció hace dos semanas tras estar dos meses de baja.