SEGUNDA El Nastic fue superior en el segundo tiempo
La Real se aleja del único camino válido y del ascenso
La Real cerró la racha de partidos contra los seis rivales ante los que tocó fondo en la primera vuelta con cinco puntos por los cuatro de entonces y, lo que es peor, con una imagen muy desalentadora.
REAL SOCIEDAD 0
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Joseba ITURRIA | DONOSTIA
La Real tocó fondo en la primera vuelta tras una serie de seis partidos sin ganar en los que sólo consiguió cuatro puntos. Con una plantilla mucho más cara, se cerró ayer la fase de partidos contra esos mismos rivales en la segunda vuelta con cinco puntos, pero lo más preocupante es que la imagen dada ante el Nastic ha sido la peor desde el lejano duro comienzo en Anoeta ante Castellón y Poli Ejido.
Tras empatar en Tarragona hubo un entrenador que apretó la tecla que siempre ha funcionado en este club y comenzó ante el Málaga la resurección de un equipo que ganó en el mejor partido de la temporada al entonces líder con diez chavales de la cantera, de los que nueve no superaban los 24 años. De todos ellos sólo Riesgo, Mikel González y Castillo jugaron ayer y el tercero, el jugador más en forma del equipo, porque David Castedo prefirió quedarse en Valencia y no vino a Donostia.
De la Real que encendió la llama de la esperanza aquel día a la que casi la apagó ayer sólo queda el color de las camisetas. Este club se juega mucho más que el ascenso en estos dos meses, también su supervivencia, y en lugar de apelar a la casta, a la agresividad y a la intensidad exhibida aquel día con chavales deseosos de colocar a su club en el lugar que se merece, se apostó ayer por jugadores que se movían al paso como si de una procesión se tratara.
Lillo no acertó
Y la verdad es que como este club se aleje del único camino que le vale camina lentamente en una procesión fúnebre. Y Lillo ayer se alejó del camino que debe seguir este club. Cuando falta claridad hay que apelar a otras cuestiones, es necesario correr, presionar, meter ritmo a los partidos, aprovechar que un césped como el de Anoeta se hace muy grande a jugadores con mayor edad y menor calidad.
Gerardo jugó bien, pero dejar en el banquillo a Carlos Martínez era una mala señal de inicio. Lillo vino a decir que no se podía entrar por la banda derecha. En lugar de sustituir a Xabi Prieto por el jugador que más se le parece, Dani Estrada, dio entrada a un delantero que no había hecho méritos en los últimos partidos para seguir en el once y tampoco los hizo ayer para jugar los noventa minutos.
Pero lo peor no fue la suplencia de Carlos Martínez, ni la no convocatoria de Estrada ni la titularidad de Víctor. Lo peor es que en vez de solucionar un problema Lillo se buscó media docena más. Como le pasó a Coleman cuando se lesionó Vaughan. En lugar de poner desde el inicio al jugador que más se le parecía, cambió todo el equipo y ahí estuvo la clave de aquellos seis partidos hasta que Aranburu ocupó la plaza del galés.
Experimentar en la jornada 34 con una forma de jugar en la que se renuncia a las bandas en el centro del campo y en la que es necesaria mucha movilidad y compenetración entre los jugadores fue una mala decisión de Lillo. Los cinco jugadores más adelantados jugaban casi estáticos de espaldas a la portería rival en posiciones centrales, con lo que facilitaban el trabajo del Nastic. Se defendían solos.
Y cuando se movían, lo hacían mal, sin sentido y sólo provocaban que el equipo se desorganizara por completo. Con lo cual se perdía el balón con demasiada rapidez y no se recuperaba apenas arriba porque para iniciar una presión un equipo debe estar bien ajustado y situado.
Sólo los defensas atacaron bien
Los cinco jugadores más adelantador jugaron muy mal y fueron los cinco defensivos los mejores en defensa y... en ataque. Los dos centrales estuvieron seguros en el corte e intentaron sacar el balón jugado, Garitano no perdió un solo balón en zonas comprometidas y se tuvo que convertir en organizador del equipo sin que Martí o Aranburu bajaran a recibir a su zona para iniciar el juego. El balear jugaba demasiado escorado a banda cuando ahí no sabe jugar ni tiene el nivel físico necesario para moverse en una zona en la que los recorridos son mayores.
Ante el bloqueo del juego realista por el centro, el único argumento razonable lo ofrecían los dos laterales, que tuvieron las dos bandas para ellos y fueron los que enviaron al área los únicos balones con cierto criterio. Así uno de Gerardo fue rematado mal de cabeza por Díaz de Zerio en la única opción realista del primer tiempo junto con un tiro desde fuera del área de Fran Mérida que Rubén Pérez envió a saque de esquina.
Ninguna de esas opciones fue tan clara como la primera del Nastic en el minuto 2 con un centro de Óscar López rematado con la izquierda por Adrián y que encontró una buena respuesta de Riesgo con el pie.
Pero lo triste no fue el pobre bagaje realista del primer tiempo, sino que el segundo fue peor todavía a pesar de que en los primeros minutos Víctor y Díaz de Zerio tuvieron sendas opciones que no aprovecharon. A partir de ahí el Nastic se hizo con el mando del partido. Ya en el primer tiempo los catalanes tuvieron mayor posesión y sacaban el balón bien jugado por la mala colocación de los realistas y el deficiente trabajo defensivo de los dos delanteros y de Mérida.
Pero esa tendencia se agudizó en el segundo tiempo, en el que el Nastic fue superior sin que los cambios introducidos por Juanma Lillo sirvieran para nada positivo. Vino a retirar a los tres jugadores con más alma del equipo, Garitano, Aranburu y Díaz de Zerio, en un momento en el que se debe apelar a eso.
Que Álvaro Novo juegue en la Real es algo imposible de sostener. En el fútbol cuando se llega un segundo tarde a las disputas ya no se puede jugar a un alto nivel. Y el cordobés además de ser un jugador demasiado lento está falto de ritmo de competición, con lo cual queda en evidencia cuando juega como sucedió ayer al perder varios balones en situaciones de riesgo.
Juega andando, como lo hizo medio equipo en la segunda mitad, con lo cual el partido entró en una dinámica en la que el punto hasta se podía dar por bueno porque cuando no se puede ganar no hay que perder. Así Campano y Abel Buades tuvieron las dos mejores oportunidades del segundo tiempo en un buen disparo que detuvo Riesgo y en una falta directa lejana lanzada al poste.
Y la Real pudo ganar
La Real jugó muy mal en el segundo tiempo, pero pese a todo en el único recurso que le queda a un equipo sin fútbol pudo ganar en dos balones enviados a balón parado al área. En uno de ellos Gari fue objeto de un penalti y en el otro el remate de Víctor fue sacado por un defensa bajo palos en el suspiro final.
No hubiera sido justo porque si un equipo hizo méritos para ganar fue el Nastic, pero de eso también hay que hacer una lectura positiva. Si se juega tan mal y se tiene opciones de ganar hasta el último minuto, a nada que mejore este equipo puede subir tranquilamente porque el ascenso sigue a sólo dos puntos a pesar de la mala racha de cinco de los últimos dieciocho.
Pero para ello parece necesario retomar el único camino por el que puede avanzar la Real. el mismo que eligió ante el Málaga Coleman cuando su equipo tocó fondo con otro empate ante el Nastic. Cuando este club se desangra deben defenderlo jugadores cuyo pasado, presente y futuro han estado y estarán unidos a él. Cuando está la vida en juego hay que correr, hay que presionar, hay que ser agresivo, hay que acudir a rematar cada jugada a balón parado como si de un impulso dependiera el futuro del club. Y de eso depende. No puede ser que un rival como el Nastic juegue con tanta comodidad sin tener que correr para tener controlado a la Real. Porque en la situación actual lo que menos necesita el equipo es de jugadores que tengan un mejor golpeo de balón. Cuando se tiene una plantilla tan joven y tan amplia es mucho más importante meter un ritmo a los partidos alto como en aquella racha final de Coleman en la que todos los partidos se ganaban en las segundas partes.
17 puntos en ocho partidos
Así la Real sumó cinco triunfos, dos empates y una derrota en los últimos ocho partidos sin necesidad de que ningún fichaje jugara de inicio, sólo Martí y Mérida lo hicieron en la segunda parte de Córdoba. Si se imita el final de la primera vuelta y se suman diecisiete puntos la Real subirá. Si se sigue el camino que no debe abandonar este club puede sobrevivir a la mayor crisis de su historia. Jugando como ayer no hay ningún futuro.
Juanma Lillo defendió el juego ofensivo de sus cinco jugadores más defensivos: «Hasta mitad de campo hemos jugado más que nunca, pero sin continuidad a partir de ahí. Hicimos mucho fútbol hasta esa zona para producir muy poco después». Alabó la aportación ofensiva de Garitano y reiteró que «nos falta tener variabilidad en los últimos 25 metros. No producimos porque la tranquilidad que tenemos en el inicio no la tenemos al final. Lo normal es jugar más angustiados en la iniciación, pero nos angustiamos más cerca de la puerta rival que de la propia».
Estaba disgustado por el juego, pero más por el resultado y por lo sucedido en el segundo tiempo: «No ofrecimos alternativas ni variables. Hemos perdido la pelota y corrimos peligros al permitir su salida. En la primera parte tuvimos la tranquilidad de cambiar una cosa que está mal. No se trata de meter más veces el balón al área. En la primera parte con cierta paciencia provocamos dos o tres situaciones de las que sacar provecho. En la segunda no hicimos ni una cosa ni la otra, con exceso de jugadores jugando más de espaldas y todo muy por dentro. Sólo en el tramo final, más por ímpetu que por fútbol, estuvo próximo un gol».
El técnico del Nastic, César Ferrando, señaló que «enfrente había un muy buen equipo y hacer aquí lo que hemos hecho en la segunda parte es muy complicado. Hemos hecho méritos para ganar, jugamos en la segunda parte un gran partido y lo único malo es el resultado, el empate no nos vale».
ITURRIA
La primera plantilla descansa hoy y mañana comenzará a preparar a las diez en Zubieta la visita del sábado a las ocho (ETB) al Málaga.
Iñaki Badiola estuvo con Francis Cagigao, el hombre que ha apuntado como su director deportivo para el futuro, todo el fin de semana. De hecho los dos vieron juntos el partido del Athletic en el palco de San Mamés tras ver lo sucedido en Anoeta.