Animabasauri nos transporta al misterio del antiguo Egipto con «La reina del Sol»
La película del director francés Philippe Lecrec, que compite en la sección de largometrajes de Animabasauri, cuenta las aventuras de la princesa Akhesa y su amigo Thout, el futuro Toutankhamon, para salvar el Egipto de 1350 antes de Cristo. El misterio y la magia se mezclan con la historia entre reflexiones sobre la religión o la muerte, dando como resultado un film que puede gustar tanto al público infantil como al adulto. Mañana, en el Social Antzoki de Basauri.
Marta Morales | BILBO
La película «La reina del Sol», que compite en la sección de largometrajes del Festival Internacional de Cine de Animación Animabasauri-Animabasque, se presentó ayer ante los medios con la presencia estelar de su director, Philippe Lecrec. «Estaba terminando `Los chicos de la lluvia ` cuando recibí una oferta para llevar al cine una historia sobre el antiguo Egipto. Dije que sí al momento porque es un lugar que siempre me ha entusiasmado», recordó Lecrec.
Se trata de la adaptación de una novela del egiptólogo Christian Jacq, cuyas obras se venden por millones en todo el mundo, donde la magia y el misterio que envuelven la vida de la joven princesa Akhesa y su amigo Thout, el futuro Toutankhamon, sirven al autor para explorar un personaje tan carismático como Akhenaton el místico. «Hablamos de alguien muy interesante, un faraón que llevó a cabo una revolución religiosa instaurando el culto monoteísta del Sol y que, en mi opinión, fue el primer transexual de la historia», afirmó el director.
Desde el principio, Lecrec se marcó como objetivo crear una película de aventuras «con mucha carga histórica». Por esta razón, la primera adaptación del libro que realizó el guionista Gilles Adrien no le convenció. «Era interesante pero se limitaba a las aventuras y no reflejaba la realidad social y política del Egipto de 1350 a.c., ni hablaba del misticismo, ni de la religión o de la muerte», explicó.
Tras algunos cambios, las aventuras contra reloj de Akhesa para encontrar a su madre, Nefertiti, y salvar Egipto, se impregnan de la mitología y la cultura egipcia. «Tuve que realizar una investigación muy intensa sobre este período de la historia y, gracias a ello, todo lo que se ve en la película es real: los adornos, los muebles, las telas...», enumeró.
Este afán por plasmar la realidad de aquella época, sin embargo, le produjo más de un quebradero de cabeza a Leclerc. «El vestido de Akhesa dejaba a la vista un pecho, algo habitual en aquel entonces, como también era habitual el incesto, por ejemplo. Sin embargo, tuve que cambiar el vestido e incluso cortar algunas secuencias porque, al parecer, eran políticamente incorrectas para una película de animación infantil», lamentó.
Una historia actual
Finalmente, y tras cuatro años de duro trabajo, «La reina del Sol» se estrenó el año pasado junto a la pirámide egipcia de Gizeh. «Lo más interesante fue poder hablar con los niños egipcios, que estaban encantados. Era la primera vez que veían una película de animación que hablaba de su historia», aseguró el director.
El aspecto gráfico corrió a cargo del británico Neil Ross, colaborador habitual de Tim Barton, que se centró en líneas claras y simples, con una rica paleta de colores que recordasen el estilo egipcio. La música también busca evocar, de la mano del conocido jazzman Didier Lockwood, el misterio y la aventura bajo el cielo egipcio. «Al final, la película nos cuenta una historia actual, de una niña que está completamente sola porque sus padres se han divorciado y ella quiere que se vuelvan a unir», resumió Leclerc.
Con un presupuesto muy bajo, «que supone el 4% del dinero que se invierte en una película norteamericana» este largometraje está coproducido por Francia, Hungría y Bélgica. «Lo importante es contar una historia, transmitir emociones. Además, hablamos de películas dirigidas a un público infantil más inteligente de lo que pensamos, que entiende las imágenes de manera inmediata», aseguró el autor, que invitó a ver la película mañana en el Sozial Antzokia.
«El mundo de la animación se divide entre cortos y largos y, dentro de estos últimos, entre Europa y EEUU. En la animación europea hay mucho talento pero los norteamericanos tienen el dinero», afirmó Philippe Lecrec.
El director de «La reina del Sol» pidió a los productores «que arriesguen más a la hora de elegir proyectos, porque hay cortos muy buenos, ideas muy interesantes que no suelen llegar a los largometrajes».