LIGA DE CAMPEONES - Partido de ida de semifinales
Un golpe de fortuna en el último minuto salva al Chelsea
El Liverpool fue mejor, pero un gol en propia puerta de Riise concede ventaja a los londinenses de cara al choque de vuelta
LIVERPOOL 1 - CHELSEA 1
El Chelsea afrontará con ventaja la resolución de la primera semifinal de la Liga de Campeones. El Liverpool fue mejor duranrte casi todo el partido, pero el equipo londinense recibió un golpe de fortuna, en forma de autogol, ya en tiempo de descuento, que le concede ventaja de cara al encuentro de vuelta.
Pese al intento inicial de los blues de controlar el juego, la primera hora de partido fue, por completo, para los locales. Mascherano y Xabi Alonso manejaban a su antojo el centro del campo, Kuyt y Babel subían una vez tras otra, y Gerrard y Torres seguían dando muestras de su entendimiento. Enfrente, Drogba parecía una isla, Lampard acumulaba errores y sus compañeros ni siquiera olían el balón. A excepción de Cech, auténtico salvador de los suyos.
No pudo evitar, sin embargo, que los reds se adelantaran en el marcador poco antes del descanso, al aprovechar Mascherano un error de Lampard, para servir a Kuyt, que coló el balón entre las piernas del guardameta visitante.
La segunda parte comenzó de manera similar, aunque la defensa londinense consiguió desbaratar sendas ocasiones de Xabi Alonso y Babel, que podían haber sentenciado definitivamente la eliminatoria.
Consciente, quizá, de que jugar la vuelta en Stamford Bridge pudiera no ser suficiente, el Chelsea reaccionó mediado el segundo tiempo. El público descubrió que Ballack o Malouda no sólo aparecían en las alineaciones, sino que además estaban sobre el césped, mientras Lampard empezó a moverse con mucho más acierto.
Un cabezazo de Ballack que atajó Reina o una contra que Malouda envió al lateral de la red confirmaron que el cuadro londinense estaba vivo. Al Liverpool le tocó sufrir, aunque todavía tuvo tiempo de rozar la sentencia. Y Cech de volver a lucirse, porque fue una milagrosa mano del guardameta eslovaco la que evitó que Gerrard anotase el 2–0 cantado con un potente derechazo.
La mano de Cech
Y cuando los de Benítez empezaban a calcular los beneficios del resultado, la fortuna se alió con su rival. Pasaban cuatro minutos del noventa, cuando Malouda centró desde la izquierda y Riise, en su intento de evitar el remate de Anelka, envió el balón a su portería, dejando más abierta la opción de que, por primera vez, el Chelsea elimine a su archienemigo en las semifinales de la máxima competición europea.
