El centroizquierda se aferra a Roma como a un clavo ardiendo
El centroizquierda italiano no puede permitirse ceder la Alcaldía de Roma a la derecha, puesto que perdería una de las pocas cuotas de poder que le quedan tras el triunfo de Silvio Berlusconi en las recientes legislativas. Francesco Rutelli tiene por tanto el reto de mantener para el centroizquierda ante una derecha que ha basado su crecimiento en Roma en un discurso xenófobo en el que culpa a los inmigrantes de la delincuencia.
GARA |
Los romanos volvieron ayer a las urnas para la segunda vuelta de las elecciones municipales, que se prevén muy disputadas y en las que el centroizquierda corre el riesgo de perder la capital italiana, en la que gobierna desde hace quince años, tras la derrota en las legislativas.
La votación se prolongará hasta hoy a las 15.00, cuando se cerrarán los colegios electorales y se procederá al recuento. Está previsto que los resultados se den a conocer a primera hora de la noche.
Se trata del primer test electoral para el Partido Democrático (centroizquierda) dos semanas después de su derrota en las legislativas y las expectativas creadas en Roma por el candidato de la derecha, Gianni Alemanno, que ha forzado a Francesco Rutelli, ministro de Cultura y candidato del centroizquierda a acudir a la segunda vuelta.
En el primera vuelta, Rutelli, que ya fue alcalde de Roma entre 1993 y 2001, recibió el 45,8% de los votos frente a su principal adversario, Gianni Alemanno, del partido Poppolo della Libertà (PdL) de Silvio Berlusconi.
A juicio de «Corriere della Sera», lo que está en juego transciende los muros de la capital. «Si gana, Rutelli se convertirá en el símbolo de la salvación para la izquierda en un país que a partir de ahora estará gobernado por la derecha. Si la derecha se impone, Alemanno y Roma, encarnarán una nueva era berlusconiana, capaz de hacer caer a la capital».
«Sea el que sea el resultado de la votación, estas elecciones habrán puesto punto final a la larga travesía del desierto de la derecha, que está preparada para gobernar una capital que ya no le es hostil», añade «Corriere della Sera».
Rutelli ha padecido la pesada herencia del Gobierno de Romano Prodi, que alcanzó altas cotas de impopularidad y no parece que haya convencido al electorado sobre la inseguridad, una cuestión de la que se acusa a la inmigración.
Alemanno ha optado por un discurso ultraderechista y propone la expulsión de 20.000 inmigrantes. El candidato de Berlusconi pertenece al MSI, heredero del fascismo de Benito Mussolini. El partido de centroderecha UDC se ha desmarcado del apoyo a Alemanno.
Dos violaciones registradas esta semana y atribuidas a dos inmigrantes, un egipcio y un rumano, han agriado aún más el debate sobre esta cuestión, haciendo que los dos candidatos adopten una postura más dura.
Rutelli, además del apoyo del Partido Democrático, tiene el de Sinistra Arcobaleno (comunistas y verdes) y de Italia dei Valori, que lidera el juez anticorrupción Antonio di Pietro.
Walter Veltroni tuvo que dimitir anticipadamente como alcalde de Roma a mediados de febrero para poder presentarse a las legislativas, donde perdió frente a Berlusconi. En 2006 fue elegido en primera vuelta con el 61,6% de los votos frente al 37% de los que obtuvo el derechista Alemanno.
El candidato de centroizquierda Francesco Rutelli gobernó la ciudad entre 1993 y 2001 y recibió el 45,8% de los votos en la primera vuelta. Ha ocupado la cartera de Cultura en el Gobierno de Romano Prodi.
Gianni Alemanno, militante del neofascista MSI, ha centrado su campaña en en discurso xenófobo contra la inmigración, a la que acusa del incremento de la delincuencia en Roma.