Después de la tensa espera sufrida a lo largo de estos siete días, en los que la incertidumbre y la falta de información han sido la nota dominante, por fin los familiares de los cinco tripulantes vascos del atunero bermeano «Playa de Bakio» pudieron comunicarse con ellos una vez fueron puestos en libertad, el pasado sábado.

Ahora, el buque, que al parecer sufre alguna avería producida por el saqueo de los captores, navega «poco a poco» escoltado por la fragata de la armada española «Mendez Núñez» en dirección a las islas Seychelles, a cuya capital se prevé que llegue hoy por la noche o la madrugada de mañana. Desde allí, los 26 marineros del buque vasco serán trasladados en avión hasta Madrid.

Una vez los marineros fueron puestos en libertad pudieron contactar telefónicamente con sus allegados, a quienes les aseguraron que se encuentran físicamente bien y con muchas ganas de regresar a Euskal Herria.

Así, el padre del marinero Mikel Arana, José María Arana, afirmó que pudo hablar con su hijo en dos ocasiones, y que éste le había dicho que tras realizarle un exámen médico, los doctores le habían dicho que estaba «muy bien».

Acerca del viaje de retormo a Euskal Herria, el tripulante del «Playa de Bakio» comentó a su progenitor que «les traerán en avión», por lo que ahora sólo toca «esperar».

Pronto, en casa

Arana también explicó que su hijo le comunicó que a lo largo de los días de cautiverio, en el barco había «dos tipos de secuestradores», unos «armados hasta los dientes» y otros que no tenían armas y «convivían» con los tripulantes secuestrados. «Estos últimos eran los que más les molestaban, ya que intentaban robarles, entraban en los camarotes y deshacían las camas buscando cosas».

Según añadió, Mikel pudo esconder algunas pertencias como la documentación y el teléfono móvil en la sala de máquinas, pero sin embargo a otros compañeros sí que consiguieron arrebatarles sus pertenencias.

Fátima, la compañera de otro triplulante, Jaime Francisco Candamil, desveló a los medios de comunicación que los arrantzales han pasado «mucho miedo hasta el último momento», ya que se convirtieron en «escudos humanos» para los captores «que querían asegurarse la salida de allí». Además, al igual que el padre de Mikel Arana, aseguró que los piratas han saqueado el buque y se han llevado «hasta mantas y ropa, arrasando y rompiendo todo».

Ainhize, la hija del también tripulante del atunero bermeano Juan Pedro Sesma, afirmó que las autoridades no les han informado acerca del posible pago del rescate para la liberación de los tripulantes, pero matizó que eso no le interesa en absoluto dado que lo realmente importa es que su padre se encuentra «bien» y pronto estará de vuelta en casa.