El Deportivo Alavés no sólo consiguió una victoria fundamental en su lucha por mantener la categoría, sino que, en una de las mejores primeras partes de la temporada, encontró el camino que debe seguir para la conseguir la permanencia, algo que puede ser aún más importante. Y es que, despojados del 4-1-4-1 que los ha tenido encorsetados durante varias jornadas, la apuesta más ofensiva de Salmerón con dos delanteros sirvió a los albiazules para autoconvencerse de que no sólo quieren, sino que pueden ser superiores en el cuerpo a cuerpo a muchos rivales de la categoría.

Ya fuera por la obligatoriedad de que los puntos se quedaran en casa, por la unanimidad en las críticas a lo que el equipo venía ofreciendo en jornadas precedentes o por la disponibilidad por vez primera desde inicio de la doble A (Aganzo y Adrián) en ataque, el Alavés salió al campo con ese 4-4-2 tan anhelado y el fútbol albiazul en la primera media hora dio la razón a todas esas conversaciones de aficionados que apostaban por un equipo con más dinamismo.

Con Gabri y Toni Moral por fin pegados a la banda y los dos delanteros en constante movimiento y creando espacios al sacar a los centrales de sus posiciones, la circulación de balón albiazul fue fluida por vez primera en mucho tiempo y todo ello se vio acompañado con el tempranero gol de Adrián, que aprovechó la primera oportunidad clara para poner por delante a los albiazules en apenas seis minutos de juego. En su primer partido como titular en Mendizorrotza, el asturiano aprovechó una gran combinación de Sergio Rodríguez con Toni Moral por banda izquierda para marcar.

Con el resultado y la dinámica de juego completamente a favor, ni siquiera un contratiempo importante como la lesión de Coromina frenó a los albiazules. Salmerón tuvo que recomponer toda su línea defensiva dando entrada a Edu Alonso, colocando a Calderón de lateral zurdo y Tarantino de central y el equipo siguió funcionando.

Aprovechando la acumulación de trabajo defensivo de Lacen, el Elche tuvo sus minutos de dominio, con dos buenas oportunidades en un disparo lejano de Fajardo y en una falta botada por Cobo, pero el equipo ilicitano adoleció de la falta de pegada que ayer -con muchas menos prudencias el día de la víspera- sí tuvo el Alavés.

Segundo de Adrián

Y es que, cuando peor lo estaba empezando a pasar el equipo gasteiztarra, Adrián acertó a darle tranquilidad al culminar de remate poco ortodoxo pero espectacular un buen centro de Toni Moral en profundidad desde el carril izquierdo en el 33.

Uno de los poco peros del partido de ayer para el fue que no supo sentenciar el choque con un tercer gol a pesar de que ocasiones tuvo para ello. Gabri, tras un sombrero ante un defensa rival, pudo hacerlo antes del descanso y David Aganzo tuvo hasta tres ocasiones clarísimas para haber podido conseguir el tercer gol nada más reanudarse el partido, pero no acertó a batir a Willy Caballero.

Desaprovechadas estas oportunidades, el Elche intentó un último arreón y los movimientos de banquillo fueron más provechos0s para David Vidal que para José María Salmerón. El gallego metió a Rubén y a un Calderón que aprovechó los problemas físicos de su homónimo para percutir por banda.

Salmerón respondió tratando de reforzar el centro del campo con la entrada de Stevanovic y un cambio de esquema para terminar jugando con un 4-2-3-1. Aprovechando la superioridad física ante un Alavés en el que el fuerte ritmo impuesto desde el inicio, la rigurosa expulsión de Gaspar y el calor terminó pasando factura, el Elche tuvo sus opciones, principalmente en disparos lejanos bien resueltos por Bernardo, pero no acertaron a marcar y Mendizorrotza tuvo tiempo para adelantar la retreta de San Prudencio.