En Iruñea tienen 20 calles franquistas en la Txantrea, en Tutera tenemos 48. Alguien se sorprenderá al conocer este dato, pero es cierto, y todos los días del año las 24 horas del día son lugar de paso de tudelanos y tudelanas.

Mucha gente se preguntará dónde están estas calles y seguramente vivirá en alguna de ellas. Están en el barrio de Lourdes y están dedicadas a los «caídos por Dios y por España» en la guerra de 1936 a 1939, ocurrida tras el alzamiento fascista del 18 de julio de 1936 contra la legitimidad republicana de 1931.

Han pasado casi 30 años desde que se constituyeron los primeros ayuntamientos después de la muerte física de Francisco Franco y esa ignominia sigue presente en nuestra vida diaria. Ninguna corporación ha sido capaz o no ha querido meter mano a este tema, lo único que han hecho es eliminar las calles de Emilio Mola, Francisco Franco y José Antonio Primo de Rivera. También quitaron las consignas fascistas de la fachada del Ayuntamiento.

Pero seguimos teniendo un campo de fútbol con el nombre de un alto cargo franquista, José Antonio Elola; un escudo de Navarra con laureada en los porches de la Plaza Nueva y una cruz de ladrillo sin nombres situada en la fachada de la catedral en la que se incluyeron los nombres de las personas que rotulan esas calles y que se inauguró el 26 de julio de 1940.

Es hora ya de empezar a pensar en una nueva denominación de esas calles y es el Ayuntamiento el que lo tiene que hacer. No podemos ni queremos esperar más. Si el equipo de gobierno de UPN en el Ayuntamiento de Tutera se considera demócrata, que empiece a demostrarlo. No basta decir con la boca pequeña que se reprueba el franquismo y no eliminar su simbología. Hay que hacer.

Así pues, más hechos y menos palabrería.