Derbi en Bidebieta
Itxako continúa en la ola buena
Las navarras se colocan segundas, a un punto del líder, tras tomarse la revancha de un Akaba que les dejó fuera de la Copa en Lizarra
Aritz SORZABAL | DONOSTIA
Itxako venció ayer al Akaba Bera Bera en el derbi de Bidebieta (24-29), quitándose así las espinas clavadas por las donostiarras esta temporada tras las derrotas consechadas en Liga y Copa frente a ellas. Las navarras, tras su flamante clasificación para la final de la Copa EHF, aprovecharon el impulso de ese logro histórico para ganar en una de las canchas más complicadas de la Liga femenina.
Este triunfo coloca a las de Lizarra en segundo lugar, empatadas con el Sagunto y a un solo punto del líder Elda. Una situación de auténtico privilegio a estas alturas de la temporada. Las guipuzcoanas, por su parte, continúan en quinta posición, sin muchas opciones de mejorar esa plaza ni de ser cazado por el sexto clasificado. Eso sí, con plaza en la Recopa asegurada -tras su subcampeonato de Copa-, las de Reyes Karrere tendrán un final plácido de campaña, de la que restan seis jornadas.
En cuanto al choque de ayer, éste se caracterizo por la típica dureza que preside un derbi. Itxako sufrió hasta diez exclusiones, por tres el Akaba, lo que acabó enervando al técnico visitante, Ambros Martín, al que los árbitros amonestaron. Naiara Egozkue tomó el camino de vestuarios, tras recibir una tarjeta roja directa a falta de 17 minutos para la conclusión.
Empate al descanso
Respecto al juego desplegado por ambos contendientes, el encuentro resultó sumamente igualado en sus primeros 50 minutos. De hecho, al descanso se llegó con empate a 14. Pero el partido acabo rompiéndose en los últimos diez minutos, momento en el que Itxako tomó una delantera en el marcador que ya no perdió. El cansancio hizo mella en Akaba, que también tuvo partido europeo el fin de semana y que cuenta con una plantilla más corta que la de su rival de ayer.
Los errores de las locales fueron aprovechados por las navarras, que consiguieron la victoria sin los agobios finales que se preveían dada la igualdad.