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El cambio político y social y la lucha contra la precariedad, ejes de la jornada

La necesidad de un cambio político y social y la lucha contra la precariedad centraron la jornada del día internacional de la clase trabajadora que, en Euskal Herria, tuvo a Iruñea y Bilbo como los principales escenarios de movilización.

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GARA | BILBO

Iruñea y Bilbo se convirtieron ayer en los referentes de un Primero de Mayo marcado por la denuncia de la precariedad y el neoliberalismo, la demanda de igualdad y salarios dignos y la reivindicación de «soluciones de fondo», de «un cambio político y social».

La jornada tuvo, además, sabor de despedida para los líderes de las centrales abertzales, Rafa Díez y José Elorrieta, que después de una larga etapa al frente de LAB y ELA, respectivamente, vivieron ayer su último día internacional de la clase trabajadora como secretarios generales de sus sindicatos.

En la capital histórica de Euskal Herria, LAB subrayó la necesidad de un cambio político y social «como referencia fundamental, un cambio político para que Euskal Herria entre en un nuevo ciclo y pueda superar una etapa de imposiciones, de negación, de confrontación».

Precisó que el respeto a la realidad nacional y a la voluntad expresada por el conjunto de la ciudadanía de este país deben ser los fundamentos de ese cambio político, que requiere «soluciones democráticas que pongan a este país en la antesala de un nuevo ciclo político».

Agregó que a esa transformación debe acompañar un cambio de modelo social y económico, un tránsito que supere las políticas neoliberales, que en lo laboral se traducen en precariedad, discriminación, degradación de las condiciones de trabajo, privatización de los servicios públicos y carestía de los productos básicos. En ese camino, reivindicó el protagonismo de los trabajadores, que tienen que «poner encima de la mesa un modelo alternativo en clave económica y social».

A lo largo de la marcha se escenificaron distintas problemáticas laborales y sociales y cobró especial relevancia la denuncia realizada de la siniestralidad, que en lo que va de año se ha cobrado la vida de 36 trabajadores en Euskal Herria.

La denuncia de las condiciones laborales se convirtió también en el eje de la denuncia que llenó la Gran Vía bilbaina, escenario de las movilizaciones convocadas por ELA, CCOO y UGT -que pese a llamar en los cuatro herrialdes reunió en la capital vizcaina a sus máximos representantes-, y centrales con menor representación en Euskal Herria.

La plaza Circular se convirtió, de alguna manera, en el Maltzaga de distintas centrales, que tomaron ahí distintos caminos tras recorrer, de forma separada, la principal vía de Bilbo. Se transformó, también, en el altavoz musical de las distintas marchas. La música «pinchada» en cada momento daba pistas a los transeúntes allí apostados del cortejo sindical que se acercaba.

40% de precariedad

El último en llegar al lugar en el que se erige el monumento al fundador de la villa, Diego López de Haro, fue ELA, sindicato que en su acto final ofreció una gráfica imagen de las luchas desarrolladas por los trabajadores a través de las pancartas desplegadas.

En el mitin realizado al comienzo del acto en la Gran Vía, José Elorrieta denunció que el 40% de los trabajadores vascos sufren la precariedad, una situación que conlleva salarios reducidos, condiciones de trabajo deterioradas y con la que se busca «segmentar al colectivo trabajador».

Al igual que en la movilización de LAB con el lema «Langileok aldaketa eragin. Gora Euskal Herria Gorria», también los trabajadores coparon el protagonismo en el lema de la marcha de ELA: «Euskal Herria soziala indartzeko... langileak martxan».

En su última intervención en un Primero de Mayo como secretario general de ELA, Elorrieta reiteró su denuncia al neoliberalismo y subrayó que los neoliberales están colocados tanto en el sector privado, representados por las patronales, como en el sector público, en las administraciones. Insistió, en este contexto, en su acusación a PNV y EA, de diseñar «una estrategia y un plan para castigar, para disciplinar toda expresión sindical con capacidad de crítica». No dudó al asegurar que Lakua trata al sindicalismo reivindicativo como «si fuese su enemigo interior» y que, «como no soporta su resistencia, ha decidido actuar sin medida, con total impunidad». Afirmó que, ante esa actuación, el sindicato que lidera no va a revisar su modelo de intervención sindical. «Ni vamos a bajar la guardia, ni levantar el pie del acelerador», sentenció el secretario general de ELA.

Aseguró que los neoliberales son «muy eficaces» en su objetivo de llevar a cabo «una operación coordinada de saqueo de las rentas de trabajo» y subrayó que «el camino no es el consenso social, es la lucha».

«Es el momento de la igualdad y del salario digno» fue el lema elegido por CCOO y UGT, sindicatos que desfilaron en la misma marcha en Bilbo, Donostia y Gasteiz y que celebraron actos separados en Nafarroa.

Salarios dignos

Josu Onaindi y Dámaso Casado, secretarios generales de CCOO de Euskadi y UGT-Euskadi, respectivamente, encabezaron la manifestación de la capital vizcaina en la que se demandó que los trabajadores «no paguen una vez más» la crisis.

Onaindi explicó que el lema elegido representa «el momento que estamos viviendo», una realidad que indicó que está presidida por la crisis económica que «está afectando a los sectores menos protegidos de la sociedad». Consideró, por ello, necesaria «la defensa de la igualdad para que las mujeres, los jóvenes y los inmigrantes, que son los que más están sufriendo las consecuencias de esta situación, sean los que realmente tengan mejores condi- ciones para poderlas afrontar».

Reclamó salarios dignos para todos los trabajadores y recordó que «muchos jóvenes y mujeres cuentan en este momento con sueldos de mucho menos de 1.000 euros». Casado incidió en esta cuestiones al abogar por que se «llegue la igualdad a todos los trabajadores y que haya unos salarios dignos que permitan poder vivir de una forma digna».

Recordó que, en los últimos años, se ha registrado «un incremento de la economía muy fuerte con «unos beneficios empresariales muy fuertes», de lo que «se han aprovechado sólo unos poquitos de ellos mientras la inmensa mayoría de los trabajadores no han tenido globalmente un aumento de su poder adquisitivo».

En medio de las marchas de CCOO-UGT y ELA desfilaron por la Gran Via bilbaina los manifestantes de centrales como CNT, CGT y USO.

Los anarquistas fueron de los más apasionados al exponer su demandas y hacer públicas su denuncias. «No son accidentes, son asesinatos» o «ellos se llevan la pasta, nosotros los muertos» fueron algunos de los lemas más coreados a lo largo de la marcha.

Bajo el lema «Sólo hay un camino: dignidad y lucha», CGT quiso dejar claro que «a pesar de que la realidad se nos impone, nos atenaza y nos supera, seguimos dispuestos a rebelarnos, a exigir y a pelear con todas nuestras fuerzas, siempre defendiendo los principios de la justicia social, libertad e igualdad para todos».

Lamentó que «el despido es más barato, la jubilación se atrasa, sube la eventualidad y no mejora la siniestralidad». Agregó que «ir a trabajar supone humillación por el salario y la inseguridad y miedo por negarse a realizar trabajos que nos hacen perder la dignidad, la salud y la vida. Si añadimos que la vivienda supone una hipoteca eterna, la esclavitud está servida», denunció.

Advirtió de que «la aceptación de miseria hará que ésta se mantenga y se extienda», mientras que, por el contrario, «la lucha por la dignidad y por los derechos mínimos de vivienda y trabajo dignos nos harán más libres, más solidarios y más humanos».

ESK, CGT, STEE-EILAS y ATTU piden una economía «al servicio de las personas»

ESK, CGT, STEE-EILAS y ATTU se movilizaron en Iruñea en contra de la precariedad laboral y reclamaron que se dé prioridad a la protección social y los servicios públicos, una economía «al servicio de las personas y no frente a ellas».

Al término de la marcha los representantes de las diferentes organizaciones dieron lectura a sendos manifiestos en los que no faltaron referencias a la actual situación económica y las perspectivas de futuro que apuntan a «una clara desaceleración».

Coincidieron en su defensa de la justicia social, la libertad y la igualdad y denunciaron los altos porcentajes de precariedad laboral. Criticaron que mientras aumentan los beneficios empresariales descienden los salarios, una afirmación que avalaron señalando que «en el Estado español 19 millones de personas perciben menos de mil euros al mes, mientras las patronales aumentan sus beneficios un 73% en los últimos diez años». A ese dato contrapusieron que en el último año los trabajadores han perdido un 4% de poder adquisitivo. GARA

Denuncian en Baiona la política de Sarkozy

Alrededor de 2.000 personas tomaron parte en la manifestación «unitaria» de Baiona, aunque como viene siendo habitual, la intersindical «olvidó» un año más llamar a LAB y el cortejo de la central abertzale cerró la marcha con su propia pancarta. La manifestación partió a las 10:30 horas desde la plaza Saint Ursule para finalizar frente al Ayuntamiento tras recorrer diferentes calles de la ciudad.

Las consignas y los discursos de todos los protagonistas estuvieron principalmente centrados en contra de la política neoliberal que desde el Elíseo impulsa el presidente francés, Nicolas Zarkozy, y en defensa del empleo público, cada vez más cuestionado ante el afán privatizador de la Administración.

La defensa de servicios públicos de calidad y la denuncia del nuevo proyecto para reformar las pensiones del Ejecutivo, que pretende ampliar hasta los 41 años el tiempo mínimo de cotización para optar a una pensión, además del aumento del poder adquisitivo de los trabajadores, fueron los lemas que se podían leer en la pancarta firmada por CGT, CFDT, FO, FSU, UNSA y Solidaires que abría la marcha. En el acto final, estas centrales subrayaron la necesidad de la «unidad sindical» para lograr unas condiciones de trabajo dignas y luchar contra la precariedad.

LAB, en cuya pancarta se leía «Borrokak indartu, geroa azkartu», también denunció la complicada situación de los trabajadores ante el aumento de la precariedad y aseguró que la lucha es el único camino para solucionar los problemas de los trabajadores.

Todas las centrales llamaron a la ciudadanía a participar en las protestas organizadas para los próximos días 15 y 22 del presente mes. GARA

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