Maiatzaren lehena
Elorrieta afirma que «el camino no es el consenso social, sino la lucha»
Juanjo BASTERRA | BILBO
En su último Primero de Mayo como secretario general de ELA, José Elorrieta reconoció abiertamente que «el camino no es el consenso social, sino la lucha» frente a los empresarios y «sus cómplices, los diferentes gobiernos», porque «estamos rodeados por neoliberales, que actúan de forma coordinada en contra de la clase trabajadora para obtener mayores beneficios».
Como en la anterior edición, primero Adolfo Muñoz, Txiki, y José Elorrieta se dirigieron a los concentrados y una hora después iniciaron la manifestación por la Gran Vía, encabezados por una pancarta en la que se podía leer «Euskal herri soziala indartzeko... langileok martxan!». La marcha reflejó las diferentes revindicaciones sindicales que hoy están presentes en el mundo sociolaboral vasco.
Frente a los poderosos
Elorrieta destacó que ELA siempre estará en frente de quienes defienden a los poderosos y dijo que «les vamos a echar, aunque no sé cuándo».
En este caso, el secretario general del sindicato mayoritario de Euskal Herria criticó que «después de catorce años ininterrumpidos de crecimiento económico y enormes beneficios empresariales, la participación de las rentas de trabajo en el PIB es la más baja de todo el ciclo». Este deterioro de los ingresos económicos de los trabajadores supone un grave problema en un momento en el que –según concretó José Elorrieta– la precariedad laboral alcanza al 40% de los ocupados, porque «esos neoliberales privados y públicos han actuado de forma coordinada» y «su primer objetivo fue desregular el mercado laboral, a través de la subcontratación, que se ha extendido como una mancha de aceite tanto en el sector privado como en el público».
El líder sindical explicó que «precarizar es reducir salarios, es el deterioro de las condiciones de trabajo, la segmentación del colectivo trabajador y, sobre todo, es discriminar a jóvenes, mujeres e inmigrantes». Definió esa situación «como una operación de saqueo en contra de los trabajadores».
Elorrieta afirmó que, sin embargo, «por paradójico que parezca, cuanto más ganan los empresarios, menos impuestos pagan, como consecuencia de las sucesivas rebajas tanto en el IRPF como en el Impuesto de Sociedades».
Criticó la reducción del gasto social, «al contrario de lo que ocurre en los países más avanzados. La sanidad pública está cada vez peor y es menos pública; no hay dotación presupuestaria para la educación de 0 a 3 años; la creciente necesidad de residencias, de atención a la tercera edad queda en manos del mercado, de la iniciativa privada, del negocio; en vivienda, los jóvenes, sobre todo ellos, están hipotecados de por vida».
Elorrieta afirmó que esa es «la radiografía real de Euskal Herria, que nada tiene que ver con lo que nos cuenta la propaganda oficial».
El secretario general de ELA recordó a los «neoliberales vascos, los privados y los públicos», que tienen un problema, que en Euskal Herria «hay una mayoría sindical que les pone en evidencia y les planta cara. Es lo que les preocupa».
Consideró que, por ello, se adoptan medidas como las del Tribunal Vasco de la Competencia, «para hacernos callar, para permitir que las grandes superficies hagan desaparecer al comercio. Ahí también estaremos en contra». Subrayó que «no nos van a quitar de en medio, los vamos a quitar nosotros a ellos».
Elorrieta recordó que en la actualidad las huelgas activas «son de empresa públicas o parapúblicas de las residencias o de ayuda a domicilio».
Amenazas a las trabajadoras
Criticó, en este contexto, que la Administración pública «quiere aprovecharse de las trabajadoras, a unas amenazándoles con pagarles 6.000 euros menos al año y con 72 horas más de trabajo, y a otras negándose a negociar con ellas. Lo tienen claro –enfatizó–, porque ahí estamos y estaremos», manifestó Elorrieta.
Recordó las huelgas de Faustino Orbegozo, de Zumarraga, de Rehabital, de Tudela, Ariznabarra, de Gasteiz, Lagunduz, de Leioa y en el Ayuntamiento de Cortes.