Manuel Rico 2008/5/1
Un negocio político ruinoso para el PNV
Público.es
(...) Todo empezó con un enfrentamiento público entre Iñigo Urkullu y Joseba Egibar sobre la conveniencia o no de apoyar las mociones de censura. Aquella trifulca permitió extraer dos conclusiones: que la tensión entre autonomistas y soberanistas del PNV volvía a ser máxima, y que los nacionalistas iban a remolque de los planteamientos del Partido Socialista de Euskadi.
Llegó después la hora de votar las llamadas mociones éticas, pidiendo a los regidores de ANV que dimitan. En todos los municipios, los radicales insultan con especial saña a los concejales del PNV, al grito de «españoles», «traidores» y «sólo pensáis en el bolsillo». (...)
Y si a ello añadimos que en Arrasate fueron los únicos que votaron junto al PSE, resulta que el cabreo es monumental, porque desde su perspectiva nacionalista no tiene mucho sentido convertirse en pareja de hecho de los socialistas mientras EA, EB y Aralar se desmarcan de las mociones.
(...) el partido no ha tenido una posición propia y ello ha desconcertado a sus militantes, ha mostrado en la plaza pública las vergüenzas de la división interna, ha desfilado al paso que le marcaba el PSE y tiene al borde de un ataque de nervios a buena parte de sus concejales guipuzcoanos.
Si fuese el gestor de una empresa, cabría afirmar que Urkullu está haciendo un negocio ruinoso.