Trabajadoras de Rehavital secundan una huelga indefinida por el convenio
Empleadas de Rehavital, empresa subcontratada en las dos residencias de Tutera, secundan una huelga indefinida por un convenio superior al estatal por el que se rigen, porque ganan «la mitad que cualquier trabajadora de residencias de la Ribera» y trabajan 60 horas más al año.
Nerea GOTI |
Son ya un total de 67 los empleados de la empresa Rehavital que se encuentran en huelga indefinida en las residencias en las que trabajan -19 en el centro popularmente conocido como La Milagrosa y 49 Real Casa de Misericordia.
El conflicto laboral, que afecta a un colectivo mayoritariamente femenino, porque sólo hay dos hombres en un grupo de 67 afectados, demanda un convenio de vigencia bianual, con mejoras en salarios y en jornadas laborales.
El representante de ELA, Iñaki Irisarri, precisó que el problema es que se rigen por un convenio estatal, por el que «cobran la mitad que cualquier trabajadora de las residencias de la zona», tienen jornadas partidas y parciales, además, más extensas que las de sus compañeras de sector en otras residencias.
A finales de marzo fueron los 49 trabajadores de Rehavital en la Real Casa de Misericordia los que iniciaron los paros. El pasado 15 de abril se sumaron las empleadas de La Milagrosa.
La denuncia sindical hace hincapié en las escasas remuneraciones que reciben los trabajadores, ya que el salario base, según precisa una afectada, es de 500 euros. «Nuestros salarios son de algo más de 500 euros, tenemos que agarrarnos a la paga prorrateada para que ese salario aumente un poquito», precisan fuentes del colectivo, que agregan que los domingos y los festivos los cobran «ahora a diez euros».
«Hacemos horas por un tubo. hasta llegar a hacer entre 44 y 46 horas de trabajo en dos semanas al mes», indican en lo que respecta a la jornada.
«Pedimos un salario de 1.050 euros para quedarnos con 1.000 euros, que los festivos y domingos se paguen a 24 euros y pedimos licencias retribuidas en lo que corresponde a asistencia al médico, que se respete el derecho a coger un día para el cuidado de familiares enfermos hospitalizados», explicó a GARA una empleada de Rehavital.
«Otro de los puntos que exigimos es la delimitación de funciones, puesto que como auxiliar de clínica puede que me toque acostar a seis abuelos, limpiar los baños y sacar la basura o limpiar bibliotecas. Además por la mañana hay que limpiar bibliotecas, enfermería, hay que limpiar los pasillos, prácticamente hay que limpiar todo».
Las empleadas critican la política de contratación de Rehavital, sobre la que aseguran que se centra en «contratar mano de obra barata, muchas inmigrantes», cuyas condiciones laborales no mejoran pese a los suculentos beneficios de la empresa y que a principios de año el Gobierno mejoró el concierto con la Misericordia, aumentando el dinero aportado por el cuidado de los ancianos.
Las trabajadoras han solicitado una comparecencia en la mesa del Parlamento navarro a través de la formación NaBai, visto el nulo efecto de la intermediación pedida y comprometida por el alcalde.
El sindicato ELA, al que pertenecen las delegadas de los dos centros, espera la resolución de la Inspección de Trabajo con respecto a la denuncia interpuesta «por vulneración de los derechos fundamentales», en referencia a la sustitución de trabajadoras en huelga. Se da el caso de que la sustitución de huelguistas se ha hecho, según las mismas fuentes, con personal que asistía a un curso en auxiliar de geriatría de UGT financiado por la UE. «No decimos que UGT haya sido partícipe de estas sustituciones», precisó el responsable de ELA, Iñaki Irisarri, quien avanzó que podrían citar a este sindicato como testigo en esta causa.
Con respecto a los servicios mínimos en la residencia La Milagrosa, ELA también consideró los mismos «abusivos» y explicó que «aún no nos han contestado» en referencia a los turnos habilitados para habilitar turnos que hagan frente a la huelga. Irisarri añadió que en este caso también se ha dado sustitución de trabajadoras en huelga. «Con la Iglesia hemos topado, porque aquí son las monjas, las que están sustituyendo a las trabajadoras huelguistas».
Desde ELA se preguntan dónde queda el Pacto por la Igualdad que tiene suscrito el Ayuntamiento de Tutera. Critica «que queda muy bonito sobre el papel», pero lo importante es ponerlo en práctica.