«A nadie le gusta jugar este partido, las cosas como son, pero así está estipulado. Hay que jugarlo, intentar ganar y hacer las cosas lo mejor posible», así describió a GARA el capitán Sergi Vidal las sensaciones que genera un encuentro de esos que hay que jugar «por contrato», aunque no parezca lo ideal ni para los jugadores ni la afición.

Y es que, poco consuelo pueden encontrar hoy las ilusiones puestas en esta Final Four por Tau Baskonia y Montepaschi Siena. Ambos equipos tuvieron contra las cuerdas a dos rivales de pedigrí en semifinales, pero la diferencia de estatus se notó en los minutos finales y la posibilidad de jugar la final se les escurrió entre las manos.

En el caso del conjunto gasteiztarra, el choque de hoy -lo mismo que el del próximo viernes en Granada- puede ser tomado como un test de cara a seguir afinando la máquina ante los play off por el título en ACB, pero por todos es conocido los problemas que ha tenido el equipo para salir tensionados en este tipo de partidos sin apenas ningún valor tangible.

Con el calendario tan apretado y los distintos problemas físicos sufridos esta temporada, lo más importante de la cita de esta tarde será evitar que haya problemas físicos. Tiago Splitter es uno de los jugadores más castigados en este sentido, ayer tenía el codo con moratones y bastante dañado, pero el basileño entrenó ayer y afirmó que disputará algunos minutos ante el los italianos. Simas Jasaitis, que no saltó a la cancha ante el CSKA, y James Singleton, que sólo disputó tres minutos, podrían gozar hoy las oportunidades de las que carecieron el viernes.

Con los atractivos turísticos de la capital española bastante «gastados» y con la opción de la reventa presente, muchos aficionados azulgranas volvieron ayer a Gasteiz.