Queda una jornada menos y, lógicamente, el rival cambia, pero el resto se mantiene. El Eibar afronta su segundo desplazamiento consecutivo con el mismo objetivo del pasado sábado en el Rico Pérez, la victoria, e idéntica recompensa, la permanencia matemática. También con la misma confianza, según asegura su entrenador, pese al varapalo sufrido en Alicante hace una semana.

También como entonces, tendrá enfrente a un adversario con metas similares, aunque en situación considerablemente apurada. El Poli Ejido también quiere la victoria a corto plazo y la permanencia a largo, pero en este caso cabría hablar más de necesitar que de querer. O incluso de urgir, no en vano se trata del farolillo rojo de la clasificación. Por fortuna para los andaluces, la temporada está resultando un tanto atípica en lo que se refiere a la pelea por evitar el descenso, lo que les permite seguir vivos, a sólo seis puntos de la salvación, a estas alturas del año. Pero no es menos cierto que el calendario sigue perdiendo hojas y que, en consecuencia, los partidos adquieren ya, para ciertos equipos, tintes de final. Es el caso de los almerienses, que necesitan ganarlo prácticamente todo, teniendo en cuenta que les separan 17 puntos de los 50 en los que se ha cifrado la permanencia -aunque es posible que, por esa mayor igualdad, la frontera quede por debajo esta vez- y que ya sólo se disputarán 21 más.

Tranquilidad

El Eibar intentará colocar en su lado de la balanza esa presión local, sustentándose en su propia situación, mucho más tranquila, pese a las dos derrotas consecutivas que arrastra. «Hasta ahora no se ha dado el caso de que perdamos tres seguidos», recordaba Javier Mandiola, convencido de que tampoco esta sucederá en esta ocasión.

Y aunque se diera, tampoco cree el técnico que debiera cundir la alarma. «Quedan siete partidos, no vamos a perder los siete», aseguró Manix que, pese a todo, evidentemente, espera traerse un resultado positivo de Santo Domingo.

Lo buscará, a tenor de los ensayos realizados durante la semana, con un esquema diferente al que utilizó hace una semana en el Rico Pérez. El técnico recuperará la defensa de cuatro jugadores, con lo que Javi Gurrutxaga regresará al banquillo y David Zurutuza al once inicial. Sí repetirá Albert Yagüe en banda izquierda, después de que Joseba del Olmo, aunque formó parte de la expedición azulgrana, no se haya recuperado por completo de sus problemas físicos. El vizcaino sólo se vestirá de corto «si el equipo le necesita», reconoció Manix, con lo que la mejor señal será que regrese sin minutos.