OFENSIVA CONTRA EAE-ANV
La Policía española cierra un local de ANV en Portugalete por orden de Garzón
Agentes de la Policía Nacional española registraron y clausuraron ayer en Portugalete una taberna de ANV, en cumplimiento del auto 04/08 dictado por Baltasar Garzón el 8 de febrero pasado y en el que se decidía la suspensión de actividades de ANV y el cierre de sus sedes y locales.
Anjel ORDÓÑEZ | PORTUGALETE
«Precintado por orden del Juzgado Central número cinco de la Audiencia Nacional». Un folio con esta leyenda, pegado en sus puertas cerradas, es lo que se encuentran desde las dos de la tarde de ayer los clientes de la taberna que ANV posee en el número 2 de la calle Santa María de Portugalete. La bandera ekintzale ya no ondea en su fachada.
Agentes de la Policía española se llevaron al menos ocho cajas -de no mucho volumen- del local ahora clausurado, después de tres horas de registro y sin realizar detención alguna. La actuación se deriva del auto de suspensión de actividades y cierre de locales de ANV que firmó Baltasar Garzón en febrero pasado.
En las inmediaciones del local, a menos de cien metros de su puerta, varias decenas de personas se concentraron para protestar por la actuación policial tras una pancarta con la leyenda «Ez gaituzte ixilduko. Independentzia». Se vivieron ins- tantes de mucha tensión.
Relato temporal
Como cada día, Boni acaba de abrir las puertas del bar de ANV, cercano al Ayuntamiento y en plena zona de ambiente de la localidad vizcaina. Hace poco que han dado las once de la mañana, y en la barra tiene la compañía de dos clientes, que toman café. Por la calle, algún cámara de televisión busca ya el número 2 de la calle Santa María.
Dos encapuchados pasan bajo la bandera ekintzale que cuelga sobre la puerta y muestran sus placas reglamentarias; pronto entran más. «Ocho, diez, doce, no los he contado -dice Boni-, muchos de paisano».
Comienza el registro. A Boni y a uno de los clientes -al que se pregunta el porqué de su presencia en el bar y sobre qué otros ambientes frecuenta- se les comunica que deben permanecer en el interior en calidad de testigos. Boni enseguida se percata de que no es la primera vez que los agentes pisan su local: «Sabían que solemos hacer comidas, dónde está el comedor y algunos otros detalles curiosos», afirma a GARA.
«Utzi pakean, alde hemendik!», «ANV aurrera!». Ya casi es mediodía y decenas de perso-nas se van concentrando en las inmediaciones del local ocupado para denunciar lo que está ocurriendo.
La madre de Boni consigue traspasar el cordón policial que cierra la calle Santa María y logra que la secretaria judicial -que se muestra muy amable con ella- le deje hablar con su hijo brevemente, tras garantizarle que sólo permanece en el local en calidad de testigo. «Aquí estos señores, que han venido a tomar algo», bromea Boni con su madre para tranquilizarla. Lo consigue sólo a medias.
Bajo el sol, una docena de cámaras de televisión toman imágenes. Ya no falta casi ninguna. Conexiones en directo, crónicas, entrevistas... Los periodistas van de aquí para allá y tienen que escuchar algún que otro «¡Televisión, manipulación!».
Mientras, algunos de los vecinos de Portugalete tratan de hablar con su alcalde para que se interese por la situación de los portugalujos que permanecen en el interior del local de ANV. No está. ¿Algún otro responsable, que le sustituya? Tampoco. Al final sale por la puerta Paco Ruiz (PSE), teniente de alcalde, que se quiere marchar. Es abordado por los vecinos, pero no consiguen sino un «no es competencia nuestra» primero y, ante la insistencia, un «mañana, mañana», después.
Interviene la Ertzaintza
«¡Si ésta es vuestra paz, no la queremos!». Los concentrados apenas descansan con sus consignas. La Ertzaintza tampoco. Una furgoneta aparca junto a la pancarta y varios agentes, bien pertrechados, identifican a dos de las personas que portan la pancarta y les comunican que se les abrirá un expediente sancionador. Serán 300 euros por barba. «¡PNV, español!», arrecian los coros.
«La Ertzaintza ha venido a completar el cuadro; el PSOE ha traído su policía y el PNV también ha querido aportar la suya. Ésa es su propuesta de paz. En tiempos de Franco, y yo los he vivido, la represión era mucho más selectiva; para muchas cosas había más libertad que ahora...». Habla José Mari Erdozain, en nombre de la izquierda abertzale de Portugalete, con mucho enfado en el tono.
Las cajas ya están llenas. Propaganda relacionada con Askatasuna, cualquier cosa con una estrella roja, botes de pintura con la que se ha decorado el bar -«si era verde o azul, nada; los de roja y amarilla, se los han llevado todos», dice Boni-, papeles de ANV de hace años, panfletos contra la apertura del centro comercial Ballonti y hasta un cartel pasado de una charla sobre el TAV. «Del TAV, todo lo que haya», les escucha Boni.
Fuera, varios policías quitan la bandera de EAE-ANV de su mástil. Entre los gritos de los con-centrados -«Ez gaituzue geldituko!»-, la guardan y se la llevan. El espectáculo va terminando. Boni sale, los policías se montan en sus vehículos -«¡Así, así, así hasta Madrid!»- y los cámaras recogen sus trípodes.
En una nota, la izquierda abertzale aseguró haberse enterado por la prensa de la orden de clausura. Enmarcó la acción policial en el «delirio represivo» del PSOE y denunció al PNV por poner «alfombra roja» a la Policía española.
El organismo antirrepresivo ubicó el cierre del local de EAE-ANV en la «dinámica de PNV y PSOE de hacer desaparecer la lucha a favor de la independencia», en la que también enmarcó el encarcelamiento de Ino Galparsoro, alcaldesa de Arrasate.
Un grupo de ciudadanos compareció ayer en el parque Monterrón de Arrasate para convocar la huelga general que el jueves, 8 de mayo, exigirá la liberación de la alcaldesa del pueblo, Ino Galparsoro, enviada a prisión el miércoles por Garzón. Cuatro dotaciones de la Ertzaintza, «beltzas» incluidos, pertrechados de material antidisturbio, aparecieron y rodearon a los centenares de arrasatearras que se dieron cita. Los policías identificaron a los que leyeron el comunicado, pero, pese a la tensión que generaron los ertzainas, la rueda de prensa se llevó a cabo.
Cientos de arrasatearras que comparecieron ayer ante los medios han convocado para el jueves una huelga general en el municipio para denunciar que su alcaldesa «está secuestrada en una cárcel de Madrid». Tras una pancarta con el lema «Ino askatu!», los convecinos de la alcaldesa ekintzale denunciaron que su ingreso en prisión se debe a que «PNV y PSOE no quieren a nadie que haga frente a Madrid en el Ayuntamiento», y subrayaron que desde que Galparsoro se encuentra en la Alcaldía «las puertas del Consistorio siempre han estado abiertas para los arrasatearras». Entienden que ahora es el momento en el que deben ser los vecinos de Arrasate, los mismos que la eligieron en las urnas para dirigir la vida municipal de Arrasate, los que tienen que mostrar que «el pueblo está con Ino». A su parecer, no se trata sólo de una ataque contra la primera edil, sino «contra todos los arrasatearras». Es por ello que han convocado la huelga general del jueves, jornada en la que tanto a las 12.00 como a las 19.00 se llevarán a cabo sendas manifestaciones que partirán de la plaza principal del pueblo.
Pese al evidente malestar y enfado que generó la presencia de la Ertzaintza en el parque, los arrasatearras se centraron en la rueda de prensa. Hasta que la Policía autonómica quiso identificar a los que dieron lectura al comunicado.
«Están realizando una movilización no comunicada, por lo tanto identifíquense. El juez determinará si esto es legal o es ilegal», espetó el ertzaina al mando interrumpiendo la comparecencia. Ante la negativa de los arrasatearras, aludiendo a que se trataba de una rueda de prensa y que se encontraban en un parque público, la Policía les replicó con un «no queremos actuar aquí» para que procediesen a entregar los carnés.
«Eso es lo único que sabéis hacer. ¡Pegar!», se escuchó entre los gritos de «Alde hemendik, utzi pakean» en un ambiente cada vez más tenso. Los que tomaron la palabra llamaron a la calma y, finalmente, entregaron sus credenciales al policía que informó del expediente sancionador en curso.
«Si hubieráis pedido permiso para esto no pasaría nada, pero estáis realizando una concentración», continuó el ertzaina aumentando aún más la indignación de los presentes. Los portavoces insistieron en que lo importante era finalizar la rueda de prensa, y obviaron a los policías retomándola.
Recordaron las palabras de una edil jeltzale que durante la aprobación de los presupuestos elogió el talante que mostró Ino Galparsoro hacia todos los partidos. Acto seguido, censuraron cómo hace días el PNV envió «a su fuerza represora» para arremeter contra los que exigían la libertad de la alcaldesa. «Afortunadamente, se necesita mucho más para detener a un pueblo», afirmaron.
Entienden que «hay que decirle alto y claro a Madrid que si quiere acallar a este pueblo tendrá que hacer más cárceles y detener, uno a uno, a sus vecinos». Criticaron que la represión sólo consigue más sufrimiento, pero no solución alguna, y recordaron la Propuesta para un Marco Democrático de la izquierda abertzale.
Señalaron que promoverán esos marcos de solución y que ahora hay que «decir stop» a la vía represiva de PSOE y PNV. Los arrasatearras tienen ya una cita el jueves.