269.405 sentencias sin ejecutar y un vasco recondenado
Ramón SOLA
El Consejo General del Poder Judicial español hizo público en el día de ayer un informe sobre el número de sentencias pendientes de aplicar en el Estado español. Se trata de condenas de tipo penal, no cuestiones de faltas, ni civiles, ni administrativas. El trabajo se basa en datos oficiales de juzgados de Madrid, Barcelona, Valencia, Palma de Mallorca... y también Bilbo y Donostia. La cifra es tan alta que hizo que muchos medios de radio y televisión abrieran ayer sus informativos con la noticia. Para quien crea en el sistema judicial español, parece lógico que sea todo un escándalo. Suman exactamente 269.405. Un paquete interminable en el que estarán por ejemplo las condenas que nunca cumplió el detenido por la muerte de una niña de Huelva, un caso conocido por todos. Y también a buen seguro, visto lo visto, muchos sumarios de «cuello blanco», delitos ecónomicos, laborales, de género...
Lo seguro es que entre los 270.000 expedientes «olvidados» no habrá ninguno contra vascos como Fernando Etxegarai. No deja de ser una obviedad, pero de vez en cuando resulta inevitable recordarlo. A Etxegarai no sólo se le ha aplicado la condena, sino también la condena tras la condena. No se le impone la norma, sino la excepción. No el Estado de Derecho, sino otra cosa llamada venganza.