Este es un circuito que consta sólo de dos pruebas, la labortana y otra en Trestles (California), a desarrollar a principios de octubre, ambas esponsorizadas por la marca francesa Oxbow. Entre las dos se decide el campeón del mundo de la máxima categoría y se reparten en cada una 50.000 dólares en premios, lo que asegura la presencia de los mejores del planeta. La prueba se desarrollará hasta el domingo y las condiciones han sido y van a continuar siendo de un metro a metro y cuarto perfecto con viento sur. Estos tamaños de ola, que para los surfistas de tabla corta pueden ser un poco limitados, para el longboard ofrecen un buen abanico de posibilidades de expresión.

Recordamos que el longboard es un forma de surf que se realiza en una tabla de mínimo 9 pies de largo (2,75 metros) con punta redonda y que recuerda al surf original, al de los inicios de este deporte, que muchos aficionados consideran el más puro. De hecho, la técnica es muy distinta al surf habitual de tabla corta y pese a compartir ciertas maniobras esenciales, éstas siempre se realizan de una manera especial y además se añaden otras exclusivas de esta modalidad como puede ser el hang five (colocar un pie en la punta de la tabla) o el hang ten (los dos pies en la punta).

Lo que diferencia realmente al longboard de otras variantes del surf es que, dada la longitud de la tabla, cabe la posibilidad de caminar sobre ella -a ser posible cruzando los pasos- buscando la aceleración y la realización idónea de maniobras. Esto hace que el estilo y la elegancia del surfista sean muy importantes en el longboard, haciendo en ocasiones que se asemeje a una auténtica danza clásica sobre las olas.

Pues bien, durante toda esta semana tenemos la oportunidad de contemplar a los mejores bailarines de las olas. En Cavaliers ya está clasificado para la tercera ronda el actual campeón del mundo, el brasileño Phil Rajzman. También está en esa ronda una de las revelaciones mundiales, el francés Antoine Delpero, que nació en Marsella y es el abanderado del surf del Mediterráneo. Lleva varios años afincado en la costa vasca y en 2005 llegó a ganar el Biarritz Surf Festival, una de las competiciones más prestigiosas del mundo. Otro noble del longboard es el americano Colin McPhillips, tres veces campeon del mundo. Ha estado asimismo otra figura como el hawaiano Rusty Keaulana, pero fue eliminado en segunda ronda.

La presencia más llamativa en Angelu es la de una de las mayores leyendas de todos los tiempos, el australiano Nat Young. El hombre que marcó el paso de la tabla larga a la corta, que ha sido 5 veces campeón del mundo, que surfeó por primera vez numerosos lugares hoy destinos obligados para surfistas de todo el mundo, el hombre de época turbulenta con paso por la cárcel incluido, el hombre político que llegó al parlamento australiano representando a los verdes, está en Cavaliers presentando su nuevo libro -sí, también es escritor- «History of Surfing». Así pues, esta cita es una excusa perfecta para disfrutar de uno de los deportes más bellos en el mar, en un ambiente relajado y variopinto.

El dilema de Aritz Aranburu

El tercer escalón del WCT, el Billabong Pro de Teahupoo, en la isla de Tahití, puede haber empezado para cuando leáis esto. Aritz Aranburu habrá entrado en su manga y puede ser que se haya calificado para la tercera ronda directamente si la gana. Pero para ello tienen que coincidir varias cosas:

1) Que la organización decida comenzar la prueba. Por lo visto en los mapas, no hay previstas marejadas importantes durante el periodo de espera de la competición, por lo que la organización está dispuesta a empezar mañana con olas pequeñas, de 1 a 2 metros máximo.

2) Que el tobillo de Aritz esté en condiciones suficientes para surfear en esas olas pequeñas teniendo que realizar más maniobras que lo que la ola de Teahupoo permite en condiciones «normales». Aclaremos que Teahupoo es una ola que alcanza su esplendor entre 1,5 y 3 metros y que cae hueca sobre el arrecife dando lugar a unos huecos en los que entra un autobús. Una caída del surfista produce el mismo efecto que el vuelco de ese autobús.

Por lo tanto en esas condiciones «normales», el surf consiste en remar con la máxima decisión la ola más hueca y potente posible, bajarla en control, encarar el tubo con precisión y dignidad y salir en pie por el último espacio que haya. Eso son 10 puntos. Así de fácil y así de bestia.

Mañana sabremos qué ha decidido Aritz. Por si esto fuera poco, tiene en su manga a Joel Parkinson, número 6 mundial, y a Damien Hobgood, el ganador de Teahupoo el año pasado. También podría optar por una táctica conservadora y, ya que en la primera manga pasa el ganador directamente a la tercera ronda y el segundo y el tercer clasificados van a la repesca, ir a probar y dejar pasar el tiempo jugándoselo todo en dicha repesca. Pero conociendo a Aritz sabemos que esto no es posible.

Victoria de Trojaola en Barinatxe

A nivel local, el fin de semana pasado, tras varios retrasos, se disputó la primera prueba del circuito organizado por la EHSF (Euskal Herriko Surf Federazioa). La vizcaina playa de Barinatxe (Sopela) ofreció unas condiciones ideales -metro y medio con buen viento- para que el bakiotarra Txaber Trojaola se alzara con el triunfo en la categoría reina en dura pugna con Marcos San Segundo, Ander Ederra y Jatyr Berasaluze. Por otro lado comunicaros que los campeonatos de Bizkaia y Gipuzkoa se realizarán este fin de semana. Para más información, dirigirse a las respectivas federaciones.