Nunca es tarde
«Las chicas de la lencería»
M. I. | DONOSTIA
Con retraso llega el estreno de este éxito del cine centroeuropeo, que viene a ser el equivalente más reciente a la película inglesa «Las chicas del calendario», dentro de un cine pensado para un público femenino maduro. La frescura del producto la garantiza su joven realizadora Bettina Oberli, quien consigue darse a conocer con este segundo largometraje, lleno de autenticidad e interpretaciones convincentes. Refleja muy bien lo que es la vida provinciana para una señora mayor, en concreto para una octogenaria que no consigue superar la pérdida de su marido y a la que la rutina de las partidas de cartas con las amigas no llena en el tramo final de su paso por este mundo. Entre todas idean un buen entretenimiento que la haga sentirse realizada, al tiempo que sirva para materializar un viejo sueño: ser modista. Su animoso plan de apertura de una tienda de lencería, con diseños exclusivos de muy buen gusto, chocará no obstante con el conservadurismo de una pequeña y cerrada comunidad, que no encuentra dicha actividad moralmente apropiada para una anciana. ¿Podrán nuestras intrépidas heroínas de la tercera edad realizar otras labores que no sea el tradicional y obligado punto de cruz?
Dir.: Max Lemcke.
Guión: Pablo y Daniel Remón.
Producción: Iñaki Monfort
y Álvaro Agustín.
Fotografía: Javier Palacios.
Intérpretes: Juan Diego, Javier Ríos, Luis Tosar, Marta Etura, Estibaliz Gabilondo, Álex Angulo, Arturo Valls, Malena Alterio, Alberto San Juan, Carlos Kaniowsky.
País: Estado español, 2007.
Duración: 95 minutos.
Género: Comedia.