Eduardo Mendoza: «No concibo una carrera literaria sólo humorística»
Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943) recibió ayer el premio Argital que conceden la Cámara del Libro y el Gremio de Editores de Euskadi. Horas antes, el aplaudido escritor mantuvo un encuentro con la prensa, en el que, en compañía de su editora, charló sobre «El asombroso viaje de Pomponio Flato», del que se han vendido ya más de 150.000 ejemplares. Mendoza dijo que el reto fue construir una historia con la Sagrada Familia «sin caer en el chiste barato».
Izaskun LABEAGA | BILBO
Elena Ramírez, de Seix Barral, anunció ayer que pronto saldrá a la venta la séptima edición del último título de Eduardo Mendoza, una obra que, según dijo, contiene muchas similitudes con ``Sin noticias de Gurb'', uno de los preferidos de sus incondicionales. ``El asombroso viaje de Pomponio Flato'' apareció en el mercado el 27 de abril y, desde entonces, lleva vendidos más de 150.000 ejemplares. «Hay pocos libros con semejante acogida», señaló la responsable de la editorial a la que Mendoza está vinculado desde 1973, cuando entregó su primer manuscrito.
``El asombroso viaje de Pomponio Flato'' es una parodia del género histórico y del policiaco. El relato discurre en el siglo I de nuestra era, cuando Pomponio Flato viaja por los confines del Imperio Romano en busca de unas aguas de efectos portentosos. El protagonista llega a Nazaret, donde va a ser ejecutado un carpintero por el asesinato de un rico ciudadano. Pomponio se verá inmerso en la solución del crimen, tras ser contratado por el hijo del acusado, que es obviamente el Niño Jesús.
El escritor barcelonés presupone cierta formación al lector, aunque «el conocimiento de lo parodiado -señala- no es fundamental para entender ni la historia ni la broma». No se considera Mendoza un autor de novela de humor. «No concibo una carrera literaria sólo humorística -dice-. El chiste tiene más gracia si lo cuenta alguien serio. No podría escribir humor sin haber escrito antes otro tipo de novelas». Cree que las publicaciones en clave divertida tienen que ser «breves y muy espaciadas». Explica que, después de escribir una novela larga, se entretiene escribiendo «sin pensar en qué voy a publicar». Le ocurrió en su día con el material que se convirtió en ``Sin noticias de Gurb'' y ahora le ha ocurrido con el texto que envió antes del verano a su editora y que ha acabado en las librerías.
Preguntado acerca de la buena acogida de esta obra, manifestó ayer que quizá se deba a que «es oportuna. Cae en un momento en el que la gente quiere leer este tipo de novela». La editora añadió que «abunda la solemnidad a la hora de escribir y hay pocas novelas que, sin complejo, tengan un sentido del humor abierto».
Habló sobre el galardón que recogió después, en la II Noche de la Edición de Euskadi. Mendoza opina que premios como Argital «animan mucho», ya que se sitúan al margen de la mecánica comercial y del ámbito oficial; «se dan por afición y generosidad».
«El libro, aunque es irreverente, es de una irreverencia de colegio de monjas; es muy cariñoso. Mientras escribía me preocupaba cómo hacer hablar, de una forma humorística, a la Sagrada Familia sin caer en el chiste barato», dijo Mendoza.