Kenny De Haes se adjudicó ayer la tercera etapa de los Cuatro Días de Dunkerque, en los que Stephane Augé se mantiene al frente de la clasificación.

En la jornada, de 193 kilómetros, no faltó la escapada, aunque nunca superó los cuatro minutos y medio de ventaja. Vanlandschoot, Sinner y Martias saltaron del pelotón cuando apenas se habían recorrido los diez primeros kilómetros, pero fueron cazados cuando faltaban otros tantos para la línea de meta, abocando así la etapa al sprint. En la llegada masiva, la victoria fue para De Haes. El belga, de 23 años, estrenó así su palmarés como profesional, superando en línea de meta a velocistas de la talla de Hushovd. Hoy se disputa la cuarta etapa, de 193 kilómetros.

Bettini quiere una etapa

Paolo Bettini, recuperado ya de la caída que sufrió en marzo durante la Kuurne-Bruselas- Kuurne, mostró ayer su deseo de conseguir un triunfo de etapa en el Giro. Cuanto antes, a ser posible, para intentar así también llevar el maillot rosa durante algunas jornadas.

El italiano, de hecho, ya tiene su diana escogida, la segunda etapa, con final en Agrigento. «Hay que intentar aprovechar la ocasión, porque la posibilidad de poder ponerse la maglia rosa va a ser muy corta, apenas durante las cinco primeras etapas», explicó.

Bettini se mostró deseoso «de poder ganar una etapa con el maillot de campeón del mundo, después de no haberlo podido hacer el año pasado», y asegura llegar a la cita «en mejores condiciones que otros años. En Lieja ya ví que no me faltaba mucho y ahora ya me veo a tope».

En lo que respecta a la general, Bettini cree que este puede ser «el Giro de los jóvenes», gracias a corredores como Nibali, Riccó y Visconti, aunque considera que la invitación a Astana «ha cambiado el panorama inicial. Hay individualidades en otros equipos, pero Astana como grupo tiene potencial para dominar el Giro», aseguró.