Ekologistak Martxan es muy critico con el «acuerdo político» alcanzado por las diputaciones vizcaina y guipuzcoana, del que dijo ayer que «es una muestra más de la chapuza administrativa y política en la gestión de los residuos urbanos».

Para este organismo, la decisión adoptada por José Luis Bilbao y Markel Olano de transferir 25.000 toneladas anuales de basuras excedentes de la Mancomunidad de San Marcos a los vertederos de Jata e Igorre, así como a la planta de Berziklatu, en Urtuella, es un ejemplo de «la improvisación e imposición de una política de residuos que ha dejado `pudrirse el problema' mientras lo fiaba todo al negocio de la incineración».

El colectivo ecologista, al igual que lo han hecho algunas formaciones políticas, incidió en el «secretismo» con que los diputados generales, ambos del PNV, han llevado a cabo el acuerdo, similar, en su opinión, a su política de gestión de las basuras, «caracterizada por el oscurantismo». En los últimos meses, los responsables forales de Bizkaia y Gipuzkoa habían negado cualquier tipo de negociación al respecto.

El lunes, precisamente, en la comisión de Agricultura y Medio Ambiente de las Juntas Generales de Bizkaia, comparecerá el diputado de Medio Ambiente, Josu Madariaga, para dar explicaciones sobre diversos rumores y noticias de prensa que hablaban de los contactos. Estas negociaciones, según se recogía, situaban una fracción de los residuos de San Marcos en la incineradora de Zabalgarbi.

Esta comparecencia solicitada por Aralar se efectuó a raíz de las informaciones recogidas en los medios de comunicación, a través de los cuales también se han enterado ahora la mayoría de los partidos, hasta los que respaldan los planes integrales de gestión de los residuos sólidos urbanos de Bizkaia y Gipuzkoa; los ayuntamientos de Igorre, Lemoiz y Urtuella; y los propios representantes de la Mancomunidad de San Marcos, de la operación de «tráfico de residuos». Esta falta de transparencia es censurada.

Ekologistak Martxan pone en cuestión la validez de los planes de gestión de los residuos vigentes hasta 2016. «Qué sentido tiene elaborar y presentar unos pomposos planes, basados en presuntos debates técnicos y sesudos análisis de expertos, para que ahora aparezcan dos diputados generales resolviendo la papeleta de un plumazo», se preguntan. Ambos planes, a su juicio, no son sino «ropaje de palabras» para justificar la incineración en Gipuzkoa y ampliar Zabalgarbi.