En los últimos 25 años -desde 1983- el Parlamento de Gasteiz ha sido incapaz de aprobar una Ley Municipal, dejando que la CAV sea la única comunidad autonómica que carece de una ley de régimen local; pero, sin embargo, ayer estableció, sin ningún tipo de debate, que determinados ayuntamientos no son democráticos e incluso se permitió exigir dimisiones de alcaldes y concejales o, de no producirse éstas, fijar el procedimien- to para la presentación de mociones de censura.

Con los votos de PNV, PSE, PP, EB y Aralar, el Parlamento de Gasteiz aprobó ayer un rosario de «principios» que «los representantes y cargos municipales deben asumir», a fin de «recuperar para la democracia las alcaldías de los municipios actualmente gobernados en mi- noría por ANV». Estas bases son las ya recogidas en las llamadas «mociones éticas». Eusko Alkartasuna se abstuvo en este punto, lo que después le costó varias descalificaciones, y Ezker Abertzalea no participó en la votación.

Tras establecer los principios que deben regir en adelante la vida en los ayuntamientos, la Cámara pasó -ahora con el voto en contra de EA y también de Aralar- a «exigir la dimisión de sus cargos de gobierno» de «los representantes municipales que no suscriban los puntos anteriores».

De no dimitir éstos voluntariamente, la Cámara autonómica llama directamente a iniciar la cruzada de «recuperación» de dichos consistorios. El acuerdo recoge textualmente que «en el caso de que no presenten su dimisión tras la celebración del pleno en el que se han tramitado y votado los puntos anteriores, los representantes de los demás partidos políticos, por iniciativa del candidato de la fuerza más votada tras ANV, iniciarán los contactos para buscar los acuerdos que garanticen la gobernabilidad del municipio y los votos necesarios para la presentación, en su caso, de la moción de censura que se formalizará tras la celebración del primer pleno».

Aprobada sin debate

Probablemente sea la primera vez en la historia del Parlamento de Gasteiz en la que esta institución dice a alcaldes y concejales lo que deben hacer en una materia sobre la que carece de cualquier tipo de competencia.

La iniciativa surgió del PP, que presentó un breve texto donde se recogía la idea de que los ayuntamientos gobernados en minoría por ANV debían ser «recuperados para la democracia» a través de mociones de censura. Después, PNV, PSE y EB presentaron una enmienda a la totalidad en la que se formulaban el resto de puntos. EA registró su propio texto diferenciado del de sus socios de gobierno.

Finalmente, PP y PNV, PSE y EB acordaron un texto único, en el que a la enmienda de los segundos se le añadía el concepto de «recuperar para la democracia» de los primeros, dando lugar a un texto único que fue aprobado sin debate, puesto que los representantes de los principales grupos decidieron no polemizar sobre esta cuestión, para evitar reproducir los debates y contradicciones que se han producido mientras mociones de este tipo se han ido presentando en distintos ayuntamientos.

Acabó salpicando a EA

La posición que mantuvo EA, absteniéndose en el primer punto y votando en contra del tercero, no pasó desapercibida. En realidad, si esa votación hubiera tenido lugar en un pleno municipal, según el texto aprobado por el Parlamento, el resto de partidos debía invitar a los representantes de EA a dimitir y, de no hacerlo, presentar una moción de censura contra ellos.

La cosa no llegó a tanto, pero aprovechando que tenía una pregunta al lehendakari sobre la cuestión de Arrasate, la presidenta del PP, María San Gil, le espetó a Juan José Ibarretxe que «resulta enormemente sorprendente y descorazonador que usted mantenga un tripartito en el que sus socios de gobierno no comparten los principios éticos y democráticos más esenciales». Y a esto añadió que «es esencial que asuma usted la responsabilidad que tiene, no puede usted seguir gobernando con aquellos que permiten que quienes no condenan el terrorismo gobiernen en Mondragón y otros 33 municipios más».

Ante estas acusaciones contra su socio, el lehendakari pidió a la presidenta del Parlamento, Izaskun Bilbao, «el amparo de la Mesa para que solicite a la portavoz del PP que retire la afirmación de que este Gobierno y sus formaciones políticas no tienen compromiso ético y moral y que se desvía del camino democrático».

En lugar de requerir directamente a María San Gil que retirara sus afirmaciones, la presidenta le dio un nuevo turno de palabra «para que atienda a la petición realizada por el lehendakari», a lo que la presidenta del PP respondió que «yo me atengo a lo que ha ocurrido aquí esta mañana. Sus socios de gobierno no han querido votar lo que aquí se ha presentado. Yo le pido a usted que exija a sus socios de gobierno que vayan por la senda de la democracia y la derrota del terrorismo y que usted asuma la responsabilidad que tiene en clave de libertad».

El lehendakari, que momentos antes había destacado que en la petición de presentar mociones de censura contra la izquierda abertzale «usted [San Gil] y yo hemos votado la misma cosa», cerró el rifirrafe con un «pues no voy a acompañar a la portavoz del PP a seguir ensuciando la imagen del debate en esta Cámara».