Medvedev critica la revisión de fronteras y advierte sobre «ambiciones irresponsables»
GARA |
El presidente ruso, Dmitri Medvedev, criticó ayer la revisión de fronteras y el menosprecio del derecho internacional, al tiempo que advirtió sobre «ambiciones irresponsables» que son motivo de guerra, durante un breve discurso con ocasión del desfile militar de la Plaza Roja de Moscú para conmemorar el aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial en Rusia -la «Gran Guerra Patriótica»-.
«Debemos tomarnos muy en serio los intentos de interferir en los asuntos de otros estados -en velada alusión a EEUU y la invasión de Irak-. Más aún, los intentos de revisar las fronteras», aseguró. Tanto él como su predecesor, Vladimir Putin, han criticado el reconocimiento de la independencia de Kosovo por parte de EEUU y la UE.
«No se deben menospreciar las normas del derecho internacional, sin las cuales no sería posible la seguridad y un orden mundial justo», añadió el presidente ruso, que advirtió, además, de que la historia nos enseña que «los conflictos militares no estallan por sí mismos, sino que los instigan aquellos cuyas ambiciones irresponsables se sobreponen a los intereses de países y continentes, de millones de personas».
Estas manifestaciones se produjeron en un contexto en el que las relaciones entre Rusia y Georgia son especialmente tensas por causa de Abjasia.
Medvedev, que estuvo secundado en la tribuna instalada ante el Mausoleo de Lenin por su primer ministro Putin rindió tributo a los veteranos y a los millones de rusos muertos en la Segunda Guerra Mundial.
Las «estrellas» del desfile fueron los misiles balísticos intercontinentales Topol-M, el arma más temible del arsenal ruso, y los cohetes táctico-operativos Iskander-M, capaces de superar el escudo antimisiles de EEUU. Entre el armamento convencional, el más esperado fue el tanque «volador» T-90.
Además, lanzaderas de misiles, piezas de artillería, tanques y unos ocho mil soldados desfilaron por el adoquinado de la Plaza Roja, mientras una treintena de cazas, bombarderos y helicópteros surcaron los cielos de Moscú.