Una fantasía nórdica
«La isla de las almas perdidas»
M. I. | DONOSTIA
El cine de aventuras fantásticas para el público familiar está de moda, pero no sólo sale de Hollywood, ya que ahora nos llega esta otra producción nórdica con elementos que la vinculan con sagas recientes como «Las crónicas de Narnia», «Harry Potter» y similares. Es un poco lo que ya hacía Steven Spielberg dos décadas atrás, porque los protagonistas son niños que entran en contacto con lo paranormal. Bueno, tal vez no tan niña, ya que es una chica de catorce años la que empieza a jugar con los fantasmas del pasado, para matar el aburrimiento que padece en el tranquilo pueblo costero al que se ha mudado con sus padres. La joven heroína se atreve incluso a hacer sesiones de ouija, todo con tal de dar con el espíritu que posee a su hermano pequeño.
Al entrar en contacto con esa dimensión espectral, se convertirán en los encargados de liberar al mundo de una antigua maldición, por aquello de que la aventura debe tomar unos derroteros épicos. El mayor desafío de «La isla de las almas perdidas» consiste en lograr que los efectos especiales mantengan un nivel competitivo de cara al mercado internacional. De momento, ha superado la prueba del estreno en cines, sin ir directamente al DVD.
Título original: «Drillbit Taylor».
Dir.: Steven Brill.
Guión: Edmond Dantes, Seth Rogen y Kristofor Brown.
Producción: Judd Apatow.
Fotografía: Fred Murphy.
Intérpretes: Owen Wilson, Leslie Mann, Nate Hartley, Troy Genitle, David Dorfman.
País: EE.UU., 2008.
Duración: 102 minutos.
Género: Comedia estudiantil.