GIRO Sexta etapa
El «correcaminos» Priamo evita el estreno del palmarés de Alan Pérez
El navarro de Euskaltel-Euskadi se movió con habilidad en la fuga que burló al pelotón en la etapa más larga del Giro, pero el italiano de Navigare pudo con él al sprint. Visconti, de Quick Step, se enfunda la maglia rosa en la víspera de la primera jornada de montaña
Arnaitz GORRITI | BILBO
¿Se acuerdan de los dibujos animados del coyote y el correcaminos? Hastiado de los inventos «marca Acme» y los tortazos, el «pobre coyote» se lanzaba a la persecución del pajarraco en cuestión, pero éste, sabedor de su superioridad, le sacaba la lengua para poner tierra de por medio y dejar al depredador, por enésima vez, con un palmo de narices.
Pues, más o menos, eso fue lo que le ocurrió ayer al navarro de Euskaltel-Euskadi Alan Pérez. Después de volar en unos primeros kilómetros llenos de escaramuzas, supo colarse en la escapada buena con otros diez integrantes -Priamo (CSF Navigare), Martens (Rabobank), Trussov (Tinkoff), McCartney (CSC), Gavazzi (Lampre), Backstedt (Slipstream), Nardello (Diquigiovanni), Visconti (Quick Step), Ruus (Gerolsteiner), e Iglinsky (Astana)- y se unía a Priamo para cribar la fuga a falta de diez kilómetros y decidir la victoria de Peschici en un mano a mano.
El de Zurukuain parecía tener fuerzas como para irse solo y la llegada de Peschici, picando hacia arriba, invitaba al optimismo. Pero la realidad enterró rápidamente la ilusión. Ni la cuesta final era tan empinada ni Priamo, con dos victorias en la presente edición de la Vuelta a Turquía, iba a dejar que Alan Pérez estrenase su palmarés en profesionales.
Aunque el corredor de Euskaltel-Euskadi se colocara a su rueda en el último kilómetro, el ciclista de Navigare no tuvo dificultades en sacar al navarro de su estela cuando decidió dar el hachazo. Como el correcaminos miró hacia atrás, sacó la lengua -metafóricamente- a su rival, y puso tierra de por medio para obtener el mejor triunfo de su carrera profesional.
Cambio de líder
La sexta etapa del Giro, la más larga -231 kilómetros, y eso que la organización acortó el recorrido en 34 estimando las reiteradas quejas de los ciclistas- trajo consigo, además, un cambio de líder de la general.
Con la escapada hecha y la gran velocidad de la etapa, el gran grupo llegó a 11.34 de la cabeza de carrera. Por tanto, el italiano de Quick Step Giovanni Visconti se enfundó la maglia rosa, arrebatándosela a Franco Pelizzoti que, curiosamente, fue el último vencedor cuando el Giro, en 2006, llegó a Peschici. Visconti tiene a Matthias Ruus en segunda plaza, con el mismo tiempo que el de Quick Step. Tercero es Daniele Nardello, seguido de Alan Pérez.
Por otro lado, en la etapa de hoy el Giro tendrá su primera toma de contacto con la montaña. Entre Vasto y Pescoconstanzo, de 180 kilómetros, en plenos Abruzzos, el recorrido cuenta con cuatro dificultades orográficas. Aunque la cima en la que está sita la meta no destaque por su dureza, los puertos previos de Rionero Santicco y Pietransieri pondrán en evidencia qué favoritos flaquean y cuáles optan de veras al liderato de l a corsa rosa. La jornada de hoy también se presenta muy propicia para que los aventureros vuelvan a probar fortuna.
Pese a tener regusto «agridulce» en la boca, Alan Pérez estaba satisfecho al término de la sexta etapa del Giro. El corredor navarro miraba el lado bueno de su segunda posición y se lo tomaba como un acicate para buscar más escapadas.
«Estoy contento por haber disputado la victoria en una etapa del Giro. Es la primera vez que me juego un triunfo en profesionales, así que estoy satisfecho. Como es lógico, me hubiese gustado ganar, y me queda un sabor de boca agridulce, pero este resultado me motiva para seguir buscando oportunidades».
«Hemos salido con las pilas puestas. El terreno era propicio, con muchos repechos... Pero ha costado mucho abrir hueco. Hemos tenido que tirar muy fuerte. Una vez que hemos abierto brecha, la cuestión era pasar y regular», relataba el ciclista de Zurukuain.
Sobre la película de los últimos kilómetros, Pérez fue sincero. «He llegado con confianza, sentía que tenía buenas piernas. Cuando ha atacado el de Navigare, he visto que se iba y me la he jugado. He logrado alcanzarle y nos hemos entendido. Tenía confianza en mis posibilidades, pero él ha sido más fuerte».
Si Alan Pérez estaba contento, Matteo Priamo estaba como unas castañuelas. En su dedicatoria, el corredor italiano se acordaba de Maximiliano Richeze, excluido del Giro por dopaje. Según explicó el ciclista italiano, «este es mi primer Giro de Italia, estoy aquí para ayudar al equipo, pero había que intentarlo. Cuando me he ido con Pérez, pensaba que podía ganarle, porque soy bastante rápido en grupos reducidos. Dedico este triunfo al equipo, a Maximialiano Richeze, que es un amigo, y a mi familia».
El corredor estonio Rene Mandri, del equipo Ag2r, sufre perforación en un pulmón además de la fractura de una vértebra y una costilla, tras los primeros informes médicos facilitados en el hospital de la localidad de Peschici. Mandri, de 24 años, sufrió esta caída en el kilómetro 76 de la etapa de ayer, cuando figuraba en la escapada que llegó a la meta.
El estadounidense de Astana Levi Leipheimer, y otros corredores como Mauricio Soler, perdió 23 segundos sobre el pelotón, por culpa de una moto de la policía que, al averiarse en la salida de una de las curvas de las calles de Peschici y dificultar el paso de los ciclistas. El equipo Astana solicitó al jurado del Giro dar a Leipheimer el mismo tiempo que al pelotón.