Joseba Eskubi evoca cualidades táctiles en sus nuevas pinturas
Las nuevas obras de Joseba Eskubi, que estos días expone en Bilbo, buscan generar un «efecto obsesivo» en su composición. Trazos diluidos y tonos saturados que evocan cualidades táctiles a través de objetos imaginarios que el artista plasma en lienzos de distintos tamaños.
Marta MORALES | BILBO
La última propuesta de Joseba Eskubi (Bilbo, 1967), que estos días expone en la galería Epelde-Mardaras del Casco Viejo de Bilbo (Jardines, 10-3izq), presenta una gama de pinturas al óleo, ordenadas en series de distintos formatos, que buscan provocar cierto «efecto obsesivo y reiterativo» de los diferentes temas. «Al juntar los cuadros intento crear un ruido sordo que llegue hasta el espectador, intento presentar pequeños universos. Son cuadros que se pueden consumir en grupo, aunque cada obra posee su propia autonomía», explica el artista.
Las pinturas, que presentan tonos más saturados que los utilizados habitualmente por el artista, mantienen sin embargo la disposición espacial presente en sus últimos trabajos: una línea de tierra que divide el horizonte y aporta a la obra cierta indefinición basada en zonas borrosas y secundarias. «El fondo es más atmosférico, más ambiental, siempre en contraste con el primer plano, mucho más denso», puntualiza el autor.
La unidad se rompe con las figuras imaginarias que atraen la mirada del espectador y que, según apunta Eskubi, nacen del propio proceso de pintar. «Me baso en un funcionamiento muy intuitivo, sin ideas preconcebidas, sin bocetos. A partir de un gesto, construyo una figura con sus bordes, sin saber como acabará el cuadro. Es una especie de aventura», comenta.
Evocar sensaciones
Los objetos plasmados en el lienzo evocan animales, plantas o partes del cuerpo humano, aunque el artista evita siempre utilizar líneas definidas. «Son formas bastante irregulares, orgánicas, que dotan a la imagen de una apariencia amorfa y blanda y evocan sensaciones. Me gusta identificar cada objeto con un tipo de cualidad de la materia como la leche condensada, tan pegajosa, o el algodón, tan suave», concreta.
Pese a ello, el artista bilbaino es reacio a poner título a sus obras porque considera que, de este modo, dirige al espectador. «El título, o surge de manera natural al principio, o luego ya me resulta muy forzado porque siento que condiciona la visión del cuadro», señala. Y es que uno de sus objetivos es lograr que el visitante reaccione ante su obra «que la complemente de alguna manera», puntualiza.
Eskubi considera cada exposición como una etapa que ayuda al artista a ver su obra en perspectiva. «Sientes que has superado una etapa», afirma. Estos días también muestra sus trabajos en el Baluarte de Iruñea.