Tras el atentado mortal de Legutio
La furgoneta que ETA hizo estallar en Legutio fue robada en Limoges
Mientras ayer se confirmaba que la furgoneta-bomba fue sustraída el 16 de abril en Linards, localidad cercana a Limoges, y las pesquisas se centraban en la búsqueda de huellas en el coche abandonado en Urkiola, las palabras del consejero de Interior de Lakua, Javier Balza, indicando que la vía policial y judicial contra ETA no es suficiente evidenciaban que el atentado de Legutio ha cambiado el discurso de los expertos en la lucha contra la organización armada.
GARA | GASTEIZ
Después del atentado de Legutio que costó la vida al guardia civil Juan Manuel Piñuel, el consejero de Interior de Lakua, Javier Balza, no disimuló la preocupación policial ante la infraestructura de ETA. Precisó ante los medios que su diagnóstico ha cam- biado y que creen que la orga-nización armada cuenta ahora con «un potente grupo de legales [en alusión a miembros no fichados por las FSE]», lo que, a su juicio, hace «difícil desmantelar la estructura».
Horas más tarde, y en los micrófonos de Radio Euskadi, Balza fue más allá y consideró que «se lleva demasiadas décadas experimentando las mismas recetas», en referencia a las medidas policiales y judiciales contra ETA. Aunque tildó a la organización armada de «organización de delincuentes» y sostuvo que «caben medidas policiales y arropar a sus víctimas», el máximo responsable de la Ertzaintza incidió en que se necesitan también iniciativas políticas y de diálogo.
«El error sería no intentar nada, seguir trabajando con la Policía y la Justicia. Pero, desde la política, creo de verdad que hay que aportar algo más. Hay que arriesgar y trabajar», indicó Javier Balza en la citada entrevista radiofónica.
Estas declaraciones del consejero de Interior de Lakua contrastan con las valoraciones realizadas por dirigentes políticos como Mariano Rajoy, líder del PP, que volvió a apostar como única estrategia por «la fuerza de la ley, la fuerza del Estado de Derecho y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad». También con afirmaciones de dirigentes del PSOE en el mismo sentido, e incluso con expresiones como la del alcalde de Bilbo, el jelkide Iñaki Azkuna, quien quiso dejar clara ayer su opinión de que «acabar con ETA es la prioridad, la única prioridad».
Cien kilos de explosivo
La explosión contra el acuartelamiento de Legutio fue la más potente desde que ETA derrumbara la T-4 del aeropuerto madrileño de Barajas y ha recolocado los análisis policiales. Ayer se conocieron algunos datos más sobre el impacto de la explosión y el modus operandi. El cráter producido fue de casi tres metros de diámetro y 90 centímetros de profundidad. Especialistas del instituto armado desta- caron que la cantidad de explosivo podría superar los cien kilos, pero por el momento no dan una cifra segura.
Todos los medios de difusión destacaron la dimensión de la deflagración y llevaron a sus primeras páginas calificativos como «intento de masacre» o «matanza», a partir de los términos usados por el ministro de Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Las pesquisas policiales se centraban ayer en el coche en el que huyeron los activistas de ETA, un Peugeot 306. Las agencias, citando fuentes policiales, aseguraron que dentro de él encontraron una capucha y las llaves de la furgoneta-bomba que estalló, y precisaron que tanto con estos elementos como en el propio vehículo la Policía trabaja para encontrar huellas o restos de ADN.
Este vehículo, robado un mes antes en Berango, fue abandonado en un camino del alto de Urkiola, al que se asciende siguiendo la N-240 que pasa an- te el cuartel de Legutio. Al parecer, contaba con un dispositivo incendiario destinado a dar fuego al coche para eliminar las huellas, pero falló y fue desactivado por la Ertzaintza una vez localizado. El Peugeot 306 quedó en manos del Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil, que asumió la investigación con el aval de la Audiencia Nacional. Esta atribución de competencia suele ser habitual en los casos en que uno de los cuerpos policiales es el atacado; la Ertzaintza no lo ha cuestionado.
El Estado francés también está inmerso en la investigación del atentado de Legutio, después de confirmar que la furgoneta utilizada en la explosión fue sustraída en su territorio.
Las llaves de la furgoneta fueron halladas en el vehículo abandonado en Urkiola, con lo que la Policía francesa pudo confirmar que las descripciones de la llave y del llavero coinci- dían con las realizadas por su dueño, tras el robo de su vehículo el pasado 16 de abril.
Al parecer, la furgoneta, una Citroen Berlingo, fue robada en la localidad de Linards, cercana a Limoges y dentro del departamento de Haute-Vienne. Las agencias detallaron que fue sustraída ante el taller de coches al que su propietario lo había llevado para repararlo. Ahora tanto la Subdirección Antiterrorista y la Policía Judicial de Limoges están a cargo de la indagación de los hechos.
El tercer eje de la investigación se centra sobre el escenario del atentado, donde agentes del Grupo de Especialistas en Desactivación de Explosivos de la Guardia Civil buscan pruebas entre los escombros y cascotes que rodean al edificio cubierto de grietas. Según precisaban las agencias, los restos de tierra del cráter recogidos fueron enviados al Laboratorio de Criminalística de este cuerpo en Madrid para que determinaran el tipo de explosivo utilizado por ETA. La carretera N-240 sigue cortada para ello.
Los heridos, sin cambios
Los dos guardias civiles y la pareja de uno de ellos que resultaron heridos en el atentado y que permanecen en el hospital no presentaron cambios en su estado durante la jornada de ayer.
Según el parte médico facilitado a mediodía por los hospitales gasteiztarras, los dos hombres continúan en la UCI con pronóstico reservado, mientras que la mujer padece heridas de carácter leve.
Maiorga Ramírez (NaBai) presentó su abstención ante la condena parlamentaria como «llamada de atención» frente al afán de «afirmar cuestiones ideológicas con las que discrepamos legítimamente», pero recalcó su «compromiso» contra ETA.
Dirigentes de PNV, PSE, PP, EA, EB y Aralar han convocado hoy una concentración conjunta en la plaza de la Virgen Blanca, a las 19.00, y escenificaron además esa unidad anunciando la decisión en una rueda de prensa conjunta.
La Junta de Portavoces aprobó dos textos, uno de ellos a propuesta de la alcaldesa, Marian Beitialarrangoitia. Incide en la «necesidad urgente» de superar el conflicto a través de un «acuerdo político». ANV votó sí y PNV y EB se abstuvieron.
Los partidos con representación en el Congreso español siguieron manteniendo la imagen de unidad que habían dado la víspera y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo en Brasil estar «muy satisfecho» por ello. Pero el PP ya comenzó ayer a marcar su propia posición política. Por ejemplo, Mariano Rajoy afirmó que había respondido al llamamiento de concentración realizado por la Federación Española de Municipios y Provincias ante el Ayuntamiento de Madrid porque en esa convocatoria «se pide con claridad la derrota de ETA y la recuperación de la libertad».
En sus declaraciones, el presidente del PP reiteró la invitación a la unidad y el consenso que trasladó la víspera a Zapatero, pero quiso poner especial énfasis en destacar que una de las bases de acuerdo ha de ser que «no se debe producir ninguna negociación política con ETA», requerimiento que el PP ya quiso introducir por escrito en marzo en el comunicado conjunto de condena de la muerte de Isaías Carrasco y al que se negaron el resto de partidos.
Entre tanto, y a preguntas sobre si tras el atentado debería suspenderse la reunión del próximo martes entre el presidente del Gobierno español y el lehendakari, la portavoz del Ejecutivo autonómico, Miren Azkarate, respondió que «el mejor favor que se le puede hacer a ETA es mostrar que va a condicionar los acuerdos» que están encima de la mesa en estos momentos. Recordó que el propio Rodríguez Zapatero decía hace unos meses que la política puede hacer mucho por la paz e insistió en que la sociedad exige a los políticos que trabajen por encontrar soluciones. En parecidos términos se expresó el consejero de Justicia, Joseba Azkarraga, quien además añadió su impresión de que desde Madrid, con o sin atentado, no hay ninguna voluntad de buscar acuerdo o diálogo alguno.
En Barakaldo, ANV declinó tomar parte en la Junta de Portavoces, «como hemos hecho en todas las convocatorias hasta la fecha», para denunciar que el alcalde rechazó hace unos días reunir a este órgano para tratar la detención de cinco jóvenes.