La Mesa y Junta de Portavoces del Parlamento navarro debatirá el lunes una declaración institucional contra el documento presentado por Juan José Ibarretxe a José Luis Rodríguez Zapatero para ofrecerle llegar a un acuerdo político. La iniciativa ha sido presentada por el PSN, cuyo portavoz parlamentario y candidato a la Secretaría General en el Congreso de junio, Roberto Jiménez, habla de actitud «claramente inamistosa».

El PSN sale al paso así de la mención a un órgano común institucional Iruñea-Lakua, que se incluía en el borrador de las conversaciones de Loiola y que, por tanto, está también en la propuesta de Ibarretxe a Zapatero (el texto lo copia palabra por palabra). Lakua esgrime que el PSOE dio por buena esta fórmula en aquella mesa de negociación, pero este partido se aferra a que allí no se cerró acuer- do alguno. Y el PSN, que no se sumó a aquellas conversaciones, contraataca ahora denunciando que el texto de Ibarretxe muestra «la falta de reconocimiento de la realidad institucional y política de la Comunidad Foral de Navarra y, en definitiva, la falta de respeto a la voluntad de su ciudadanía».

Jiménez argumenta también que «es curioso que hace poco más de un mes el mismísimo lehendakari Ibarretxe remitiera un escrito dirigido a la presidenta del Parlamento de Navarra, precisamente en contestación a una moción socialista que pedía respeto para la realidad institucional de la Comunidad Foral, en el que aseguraba que respetará las decisiones que los ciudadanos y las ciudadanas navarras adopten sobre su futuro. ¿Dónde quedan ahora esas palabras afectuosas de Ibarretxe sobre su respeto a Navarra tras su nueva propuesta, que una vez más trata de incorporar nuestra comunidad a un ente político e imaginario llamado Euskal Herria?», pregunta.

Dudas de Aralar

Por su parte, Aralar también mostró algunos recelos hacia el documento presentado públicamente por Ibarretxe, entre ellos los que le despierta precisamente la alusión al órgano común. La formación que lidera Patxi Zabaleta apunta que «no compartimos la mención que se hace al órgano común permanente como algo a acordar entre los presidentes de la CAV y el Gobierno central, sin ninguna participación navarra».

En general, Aralar considera además que el texto de Ibarretxe «va más allá de un acuerdo de principios, que era lo que en principio estaba diseñado». Indica que la idea inicial del lehendakari era impulsar una especie de «Downing Street» que permitiera abrir el diálogo en-tre los partidos vascos, y se queja de que «con la inclusión de los documentos de Loiola aborda ahora cuestiones políticas, no sólo un compromiso metodológico, y creemos que eso es un error. Las cuestiones políticas deben ser debatidas y acordadas entre los partidos políticos en cada ámbito de deci- sión», añade la nota.