Una redada contra la «criminalidad» acaba en Italia con la expulsión de 118 extranjeros
GARA |
Un total de 383 personas han sido arrestadas en Italia bajo las acusaciones de tráfico de drogas, proxenetismo, atraco y robo y de favorecer la inmigración clandestina, en el marco de una operación, según la Policía, contra la «criminalidad». 268 de los detenidos son extranjeros, proce- dentes en su mayoría de Rumanía y el Magreb, y 118 de ellos serán expulsados al encontrarse en situación irregular. Bruselas recordó ayer a Italia que las expulsiones de extranjeros deben realizarse «caso por caso» y por criterios de orden público, seguridad o sanidad pública.
La operación comenzó hace una semana y se desarrolló en las zonas de las principales ciudades italianas que registran mayores niveles de delincuencia. Según un responsable policial, el objetivo de la redada era combatir «los delitos que suelen estar ligados a la inmigración clandestina». Y aclaró que no iba dirigida contra una «etnia específica», sino que su único fin era combatir «un tipo de criminalidad que ha provocado un aumento de la alarma social».
Las detenciones llegaron después de que el Gobierno de Silvio Berlusconi anunciara un paquete de medidas para luchar contra la inmigración, que será presentado el próximo miércoles, y de que fueran incendiados seis campamentos nómadas en el barrio Ponticelli de Nápoles, feudo de la Camorra, y atacados varios gitanos.
Desde octubre, políticos y medios de comunicación italianos han llevado a cabo una campaña contra los gitanos de origen rumano residentes en Italia, después de que una mujer de Roma muriera presuntamente a manos de un ciudadano de esta etnia. La última ola de agresiones se desató el sábado, cuando una adolescente gitana de origen rumano entró en una vivienda de la periferia de Nápoles e intentó, según la versión oficial, secuestrar a un bebé de seis meses.
Los ocupantes de los campamentos tuvieron que ser evacuados y trasladados a un lugar seguro. Grupos de napolitanos celebraron los ataques, mientras otros salían ayer a la calle para manifestar su apoyo a los gitanos.
Además, la Policía intervino en uno de los campamentos más grandes de Roma, donde viven 700 personas, 50 de las cuales fueron detenidas para su identificación.