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«Me voy con la tranquilidad de un trabajo bien hecho»

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Viktor DEBRE, Entrenador de la J.D. ARRATE

19 años después, Viktor Debre regresa a Hungría, recorriendo el camino inverso al que le trajo a Eibar. Llegó como jugador y se marcha con casi dos décadas de experiencia en los banquillos, en los que ha recorrido todas las categorías del balonmano, siempre con los colores del Arrate. En las maletas, muchos recuerdos y el éxito de haber guiado al equipo albiazul en la mejor temporada de su historia.

Decía Gardel que veinte años no es nada pero, como muchos otros, Viktor Debre no comparte su opinión. Llevaba un tiempo acariciando la posibilidad de regresar a Hungría, a su casa, pero esta vez sí ha decidido que es hora de hacer las maletas y recorrer el camino inverso al que, hace dos décadas, le trajo a Eibar. Unas maletas que llenará de recuerdos y también del éxito que ha supuesto guiar al Arrate en su mejor temporada de la historia.

No habrá sido una decisión fácil. Vuelve a casa pero, después de 19 años, Eibar también lo es.

No, no era fácil. Pero era algo que tenía que llegar y me pareció que éste era el mejor momento para volver. La verdad es que tengo ganas de volver a mi pueblo, de donde me fui siendo muy joven, de estar junto a mi familia, de acompañar a mis padres, que ya son muy mayores.

Quién se lo iba a decir cuando llegó aquí.

Desde luego. Me imaginaba que sería cosa de uno o dos años. Pero cuando dejé de jugar empecé a trabajar, a entrenar..., y así hasta hoy. No me imaginaba que iba a estar tantos años. ¡Ni que iba a meter tantas horas en el Polideportivo!

Unas cuantas, desde luego. Y no sólo con el primer equipo. De hecho, la mayor parte de estos años se la ha dedicado a las categorías inferiores del Arrate.

Y ha sido una gran experiencia. Cuando llegué al banquillo del primer equipo por primera vez -en 1991 sustituyó al destituido Jordi Ribera, de quien había sido ayudante-, creo que no fue una buena decisión; era un equipo con problemas, había dificultades económicas, lesionados, fue una temporada que se torció desde el principio.

Siempre aprendes algo, pero donde creo que realmente puedes aprender cosas es abajo y por eso ese trabajo ha sido gratificante. Aterrizar directamente arriba es muy complicado, tienes que llegar con conocimientos y con experiencia, si no es prácticamente imposible conseguir buenos resultados.

A usted ya le ha servido. Porque supongo que algo habrá tenido que ver en el salto que ha protagonizado el Arrate en estas dos últimas temporadas.

Yo he intentado hacer bien mi trabajo, por mí mismo y por el club; no me podía permitir fracasar, era mi manera de intentar dar algo al Arrate. Pero ha sido un trabajo de equipo, empezando por arriba, por el club, y pasando por los jugadores. Hemos hecho un buen equipo y lo hemos conseguido entre todos.

No me sea modesto.

No, no, claro que el entrenador hace su trabajo. Pero cuando tienes un apoyo las cosas salen mejor y además, trabajar con estos chicos es muy fácil. Qué más puede pedir un entrenador que estar con un equipo que tiene muchas ganas de trabajar y de hacerlo bien.

Desde luego, la despedida no podía ser mejor: han acabado en el mejor puesto de su historia, han disputado la Copa, el Arrate puede ir a Europa por primera vez...

Sí, es el no va más. Hemos sacado el máximo rendimiento del equipo. Me voy a casa muy contento y con tranquilidad, después de un trabajo bien hecho.

Menudo papelón le deja a Julián Ruiz. Porque será muy difícil repetir y casi imposible mejorar.

Desde luego, va a ser complicado ir más arriba porque la Liga Asobal es muy fuerte y hay un grupo de equipos a los que es imposible alcanzar si no dispones de mucho dinero. Pero repetir, aunque sea complicado, creo que sí se puede, con un poquito de suerte. Y Julián Ruiz lleva muchos años en eso y sabe trabajar muy bien.

Me temo que lo del dinero va a ser complicado pero en las otras dos patas sí se ha crecido mucho: el éxito deportivo es evidente y en cuanto a la afición, Ipurua se ve más lleno y más animado en los últimos tiempos.

Nuestra afición nos demostró en la Copa que no es peor que la de cualquier otro equipo. Vinieron muchos eibarreses a vernos a Zaragoza y cuando estás fuera, ves lo que significa realmente la afición para el equipo.

Fue un bonito momento.

Creo que será uno de mis mejores recuerdos. Es complicado elegir uno, porque son muchos años aquí y han pasado muchas cosas. Y quizá sea porque es reciente, pero si tuviera que quedarme con algo, sería esa experiencia de la Copa y, sobre todo la imagen, viendo desde la cancha a los eibarreses que nos animaban desde la grada.

Dejemos el pasado y miremos al futuro. ¿Cómo ve el del Arrate?

Lo veo bien. Creo que es un club muy fuerte, que ha sobrevivido a momentos muy malos y que está arriba otra vez por méritos propios. Y confío en que siga así durante muchos años.

¿Y el de Viktor Debre? Ahora comienza una nueva etapa al frente del Tatabanya pero, a medio o largo plazo, ¿se ve de vuelta en la Liga Asobal, o en otra Liga poderosa como la alemana?

No lo sé, nunca me he tomado así las cosas. Y nunca sabes lo que puede pasar, pero preferiría quedarme en Hungría porque es mi país y creo que ya he estado bastante tiempo fuera. ¡Pero si he estado más años en Eibar que en mi pueblo! La verdad es que ahora estoy impaciente por empezar. Quiero trabajar bien, con tranquilidad, y llevar al equipo arriba si es posible. A ver si también llegamos a jugar algún día en Europa. Sería algo muy bonito.

Seguro que le gustaría llevarse consigo a alguno de los jugadores que ha tenido estos años. ¿A quién elegiría?

Si fuese solo uno, Malumbres. Se suele decir que un jugador es profesional al cien por cien; pues Iñaki lo es al 120. Es profesional, trabajador, un ganador nato... Lo que todos los entrenadores buscamos. Pero si pudiera me llevaría a todo el equipo.

Por cierto, nunca se lo he preguntado. ¿Ha aprendido euskera en estos años? No me diga que es difícil, que usted habla húngaro.

Uy, muy poquito porque creo que sí, que es muy difícil. Pero mis hijas hablan perfectamente euskera, así que pensaré que han hecho mi parte.

Tanto como para despedir esta entrevista ya habrá aprendido.

Eso sí. Agur eta eskerrik asko.

Amaia U. LASAGABASTER

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