ALPINISMO | Funeral por el escalador vasco
El mundo de la montaña da su adiós a Otxoa de Olza
«No dio opción más llana que morir fuera de catálogo», aseguró su padre
GARA | IRUÑEA
Familiares, amigos y representantes del mundo de la montaña dieron ayer su adiós a Iñaki Otxoa de Olza en el funeral que se celebró en la iglesia iruindarra de San Miguel. La despedida estuvo caracterizada por su emotividad, en la que no faltaron representantes políticos y de otras modalidades deportivas del herrialde.
El padre del malogrado escalador, también de nombre Iñaki, protagonizó uno de los momentos más emocionantes de la ceremonia al recordar la figura de su hijo. «Este hombre, este hijo, fortificado en cumbres de respeto, que no dio a la desventura opción más llana que morir fuera de catálogo, llevó una vida en la que ha volado muy lejos, donde nunca habrá pájaros», indicó.
«Siempre buscó entre lo justo y lo viviente, nunca cedió de sí, ni obligó a otro. Quien te mató devastó nuestro refugio, moriremos de llanto igual que asesinados, pero es dulce no saber del asesino», añadió.
Alpinistas como Edurne Pasabán, Josune Bereziartua, José Carlos Tamallo, Nacho Orviz, Alex Chicón o Juanjo San Sebastián estuvieron presentes en el acto, al que tampoco faltaron el presidente del Gobierno de Nafarroa, Miguel Sanz, la alcaldesa de Iruñea, Yolanda Barcina, o el presidente del Club Atlético Osasuna, Patxi Izco.
El párroco de Viana y amigo de juventud de Otxoa de Olza, César González, fue el encargado de oficiar la ceremonia, en la que explicó que celebraba dicho funeral «para alcanzar ese decimoquinto ochomil, ése que es definitivo y eterno, y que todos somos invitados a hollar: la vida eterna». El acto, en el que intervino la coral de Barañain y el coro de Sakana, finalizó con el «Agur Jaunak», interpretado al txistu y órgano.