IPURUA | Reparto de puntos
El árbitro puso la pimienta que habían olvidado los equipos
Por sexta jornada consecutiva, la victoria se le negó a un Eibar que sigue sin poder certificar la permanencia. En un partido insulso, la emoción llegó en el último cuarto de hora con la expulsión de Cuéllar, que dejó a los locales en inferioridad y Txiki bajo palos.
EIBAR 0
XEREZ 0
Amaia U. LASAGABASTER | EIBAR
Tres puntos en seis partidos impiden al Eibar disfrutar con el caramelo que tanto tiempo lleva acariciando. Los azulgranas atraviesan su peor momento de la temporada, lo que les ha condenado a afrontar esta recta final de la Liga con los deberes todavía sin hacer.
O eso parece, aunque con lo complicada, y apretada, que está la parte baja de la clasificación es difícil situar dónde estará la frontera el próximo 15 de mayo. Incluso los 49 puntos que alcanzó ayer el Eibar podrían ser suficientes. Y eso que la jornada no fue especialmente buena para sus intereses: ganaron Poli Ejido, Córdoba, Albacete, Nástic y Salamanca -aunque eso significó al menos las derrotas de Cádiz y Racing de Ferrol-, lo que rebajó ligeramente el colchón de los armeros, ahora de sólo cuatro puntos y con dos de los tres partidos que le restan francamente, a priori, complicados. No en vano el próximo domingo visita a un Albacete en situación crítica -sólo el golaverage le mantiene fuera del descenso- y despide la Liga en Gijón, ante un Sporting que, viendo cómo van las cosas, se estará jugando el ascenso.
Afortunadamente, el Eibar recibirá también a un Numancia que dedicará esta recta final de la temporada a celebrar su ascenso. Mejor aún, un empate en estas tres jornadas puede resultar, esta vez sí, suficiente para certificar la permanencia.
No parece complicado, más aún teniendo en cuenta que es el resultado al que parece haberse abonado el Eibar últimamente. Ayer, desde luego, pareció el único posible. Mucho se había hablado durante la semana del «día D», la «hora H», la última final, el partido de la permanencia y demás etiquetas grandilocuentes; y cabe suponer que en Xerez las expectativas habían sido incluso mayores, con un equipo que, de no ganar podía regresar a posiciones de descenso -como así fue-. Pues cualquiera lo diría, viendo cómo transcurrió el choque.
Como que empezaron a correr los rumores sobre posibles pactos de no agresión. Difíciles de creer, conociendo la necesidad de los locales, y más aún de los visitantes, pero no tanto sufriendo con el soporífero encuentro que depararon unos y otros. De hecho fue, probablemente, el partido menos intenso y con menos ritmo que se ha visto esta temporada en Ipurua.
Evitando caer en la tentación de confiar en las malas lenguas, habrá que pensar que había mucho miedo a perder y bastante desgaste acumulado por lo avanzado del calendario.
Sea como fuere, no hubo prácticamente nada que echarse a la boca, monopolizada por los bostezos, durante casi todo el encuentro, pese a que el chispeante inicio armero hizo pensar en una de esas tardes que Ipurua añora desde hace ya más de mes y medio. Con un par de remates de Yagüe, un buen desmarque de Viqueira y poco más acabó el primer tiempo. Un tono que se mantuvo, por no decir que bajó aún más, en la reanudación, con un par de arrancadas de Yagüe y Codina o un buen servicio de Viqueira para Pedro Ríos como únicos momentos dignos de mención.
Txiki, bajo palos
Hasta el árbitro debía estar aburriéndose. Sólo así se explica lo que sucedió a partir del minuto 75. Un minuto después de que Porató desviase a córner un lanzamiento envenenado de Codina, una contra del Xerez acabó con Pedro Ríos en el suelo y Cuéllar en la caseta. El guardameta, efectivamente, evitó una clara ocasión de gol; que lo consiguiera por medio de una falta, sólo lo tuvo claro Caballero Herreros.
Para complicar aún más el panorama, el Eibar acababa de realizar su tercer cambio -curiosamente, a Manix se le critica a menudo la tardanza en este sentido, pero los problemas físicos de Carmelo le obligaron ayer a agotarlos antes que de costumbre-, con lo que Txiki tuvo que ponerse bajo palos.
El punto que casi se había despreciado hasta ese momento empezó a verse con mucho cariño. O no. Porque, quizá enrabietado por la injusticia que acababa de sufrir, el Eibar no se olvidó, ni mucho menos de la portería rival. Tampoco el Xerez, pero Txiki estuvo de lo más acertado en el par de intervenciones que tuvo que realizar.
Los corazones ya estaban en un puño, pero el colegiado debía sentirse en racha y, ya en tiempo de descuento, solventó con sendas cartulinas rojas la enésima enganchada de Michel y Biel Medina en el área.
Por fortuna, no tuvo tiempo de seguir con su particular festival y Eibar y Xerez acabaron firmando la paz y las tablas, que dejan a los armeros a un solo paso de la ansiada tranquilidad.
Todo en esta vida es relativo. Incluido el valor de un punto, que ayer pareció insuficiente durante 75 minutos y acabó agradeciéndose como el abundante agua de este mayo.
La opinión de Javier Mandiola no fue una excepción en este sentido. El técnico lamentaba que «en la primera parte no hayamos rematado cuando hemos podido», pero dio por bueno el empate final «por las circunstancias».
Manix, además, cree que con el punto se ha dado «un paso importante, porque con 49, los equipos suelen estar salvados, aunque todavía no sepamos si puede ser suficiente», reconoció. Lo que tiene claro es que, sin permanencia matemática de por medio, «la pelea va a seguir hasta el final, aunque haya enfrentamientos directos, porque también hay gente que ya no se juega nada y se dan resultados ilógicos en estas últimas jornadas. Pasar de los cincuenta puntos era muy importante, pero la realidad es que en tres partidos hemos sumado tres puntos, que también nos han acercado muchísimo a la salvación -se consoló-. Vamos a pensar en positivo».
En lo que respecta a la jugada de la expulsión, Ivan Cuéllar aseguró que llegó «antes. No le doy del todo al balón, pero sí que llego antes, aunque voy en carrera y no puedo frenar. En ningún momento tengo la intención de hacer falta, porque si no hubiese ido directamente a por él. Si pita falta está claro que es roja, pero yo creo que no ha sido falta. A ver si el vídeo lo demuestra y se puede recurrir», confió el guardameta.
A.U.L.