«Siempre que me seleccionan para el Tour me pasa alguna desgracia»
Ciclista del Cofidis
El ciclista del Cofidis se recupera de la lesión de clavícula sufrida por la caída de la pasada semana en el Giro que le va a impedir tomar la salida en el Tour. Estaba en la preselección de su equipo y, en función de cómo acabara en la prueba italiana, iba a decidir si participaba, tal como lo habían pedido los hombres fuertes del equipo. Pero, como en la anterior ocasión que iba a correrlo, una caída le deja sin poder ir.
Joseba ITURRIA |
Está muy afectado por una rotura de clavícula que le hace sufrir en la parte final de cada día, pero no pierde el buen humor y carácter que le ha llevado a ser un corredor importante en el Cofidis, como lo demuestra que este año querían llevarlo al Tour. Del Giro, que vivió ayer su jornada de descanso, destaca la gran dureza por el recorrido y otros factores.
¿Cómo fue la caída?
Nuyens se rompió la clavícula en otra caída y, hablando del tema la noche anterior, Verbrugghe dijo que no conocía ningún corredor que llevara diez años como profesional y no se haya roto la clavícula. Yo le dije que allí tenía a uno y toqué la silla. No sé si era de madera o de plástico, pero al día siguiente me la rompí. Luego me llamaron los compañeros para pedirme perdón por sacar la conversación y darme mala suerte...
¿Qué tal estás, porque alarmó que te pusieran el collarín?
Me lo pusieron para no mover la cabeza. La verdad es que los médicos me trataron muy bien. Me hicieron radiografías de todas las partes del cuerpo, hasta del aparato digestivo por si tenía alguna hemorragia. Me quedé sorprendido y al salir de allí sabía que no tenía nada más que la clavícula. Ya estoy mejor, aunque según pasa el día se me contractura más y al atardecer estoy reventado, pero ahora puedo dormir bien.
¿Qué plazos hay de recuperación?
Tras ocho días de inactividad me dijeron que hiciera rodillo cinco días y luego saliera a la carretera, pero por ahora estoy reventado con la postura y no quiero empezar a sudar y que se me infecte. No hay una necesidad de asfixiarse. Si no voy al Tour no hay necesidad de hacer el loco para ganar cinco días que no van a cambiar nada porque si no me curo bien es peor. Para el Tour iba a estar justo, tienes que ir a carreras buenas para prepararte. Los del equipo están mejor y seguramente les llevarán a ellos. Yo iba a estar limitado y es mejor ir a la Vuelta.
Estaba en la selección del Tour...
La idea era hacer Giro y, según cómo acabara, correr Tour o Vuelta. Los del equipo querían que hiciera Giro y Tour, pero les dije que el Giro era durísimo y que esperáramos a ver cómo acababa... Pero parece que no tengo buen feeling para el Tour. Siempre que me seleccionan me pasa una desgracia. Les diré que no me metan más en la preselección, que siempre que estoy me parto el morro. Sólo he corrido un Tour en el 2002 con Cofidis porque suelen dejarme para la Vuelta y llevan el Tour a más franceses. En el 2005 iba a ir, pero me caí en la Dauphiné calentando para la prólogo. Fue increíble, siempre voy con casco, pero ese día se dieron las circunstancias para que saliera sin él y sin guantes y se me escapó la mano del manillar en un bache que no se veía, lo cogí a 50 por hora en una recta, di 50.000 vueltas y acabé con 16 puntos en la frente y las manos reventadas.
¿La preselección para el Tour en un equipo francés demuestra una gran confianza en ti?
Está bien. Me lo dijeron en noviembre y eso me anima porque cuentan conmigo. Ha cambiado mi rol en el equipo, me toca estar con la gente, ayudar más, dirigir y organizar. Como lo hago bien, confían y los mismos gallos piden que vaya yo para que en los momentos difíciles pueda echar un cable. No a título personal porque no tengo el rendimiento como antes, cuando disputaba carreras y generales, pero la experiencia te permite saber estar cuando hay un momento difícil y resolverlo. Eso es lo que da confianza y por lo que cuentan conmigo.
Y ya lleva siete años en Cofidis...
Me ficharon para trabajar y estar con el difunto Kivilev y luego para Millar y otros líderes. He estado ahí, marcho bien, sin ganar pero cuando tengo que estar cumplo lo que me piden y estoy contento. Me he integrado, soy el segundo que más años lleva en el equipo después de Moncoutie.
¿Y hasta cuando?
Tengo 35 años y me gustaría dejarlo en el momento preciso andando un poco bien. No quiero acabar arrastrándome y pasándolo mal. Quiero disfrutar, no terminar quemado de la bici. Quiero dejarlo con un buen nivel porque al final todos somos competitivos y te gusta estar adelante, no ir metido en el grupeto. Siempre he firmado anualmente y tengo la esperanza de correr otro año y después veré si tengo fuelle, la cabeza bien y ganas de seguir. La idea es ir año a año y viendo las sensaciones.
¿Cómo ve la resolución del Giro por la televisión?
Creo que Contador puede ganar. La cosa está entre él, Di Luca y Ricco, que le van a estar dando guerra. Todos están muy igualados, estos tres y sin olvidar a Pellizotti o Simoni, pues los seis primeros están en dos minutos.
¿Y en lo que ha vivido dentro?
Ha sido un Giro muy duro desde el principio. Las primeras etapas suelen ser más planas, pero eran durísimas, con muchos traslados y sin recuperar. Cuando estaba yo y también en las etapas de montaña los corredores están llegando al hotel a la hora de cenar y tienes que ir al comedor directo sin poder tomar masaje porque se cierra la cocina. Eso se iba viendo en el pelotón, gente que cada vez se recuperaba menos y se cansaba más. Por eso se ven muchas explosiones de corredores que un día están bien y al otro mal. La falta de recuperación y los traslados hacen el Giro aún mas duro de lo que es. Pero se han pasado un poco. Hay que hacer etapas duras porque el ciclismo es épico, pero habría que hacer un recorrido pensando más en los corredores y eliminar los traslados tras las etapas largas y duras.
¿Y de la afición italiana?
Es mi segundo Giro y la experiencia es muy buena. Me gusta cómo la gente se vuelca con la carrera, se visten de rosa, lo viven. Es una cultura de ciclismo. No es como el Tour, donde hay más gente porque es más comercial. En el Giro la gente se acerca porque lo vive y le gusta el ciclismo. Es el verdadero aficionado, se me queda grabado cómo disfrutan y cómo te animan. Son como los aficionados vascos. Mi equipo es como una multinacional con ciclistas de todas las partes y les gusta correr en Euskal Herria por eso y me suelen destacar que les conocen. Me dicen: «me han llamado por mi nombre, cuando en otro sitio me dicen ánimo Cofidis». Valoran mucho que aquí les conozcan.