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Lafontaine acelera la caída en picado de su antiguo partido

El Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) presentará una propia candidata a la Presidencia y pone así en peligro a la Gran Coalición de la canciller demócratacristiana Angela Merkel. La CDU no quiere dar por terminada la relación con el SPD, pero la alianza se está caducando de cara a las elecciones generales previstas para 2009.

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Ingo NIEBEL

El SPD de Kurt Beck está por los suelos. Eso indican los sondeos, tan importantes en la semidemocracia alemana, en la que la imagen manda más que el programa. El ministro-presidente del Estado federal de Renania del Palatinado y, a la sazón, número uno de los socialdemócratas acaba de cosechar el peor resultado respecto a su popula- ridad. Sólo un 20%, según una encuesta realizada por el primer canal de la TV estatal ARD. Es un nuevo hito negativo para el líder del SPD.

Para salir de este bache, la cúpula del partido ha decidido presentar su propia candidata a presidenta de la República. Los socialdemócratas han reactivado a Gesine Schwan, que hace cinco años perdió frente a Horst Köhler, hombre de confianza de la actual jefa de Gobierno, Angela Merkel. El ex director del FMI ganó gracias a los votos de los cristiano-demócratas y liberales. La elección, que se celebrará en mayo de 2009, es indirecta; es decir, reservada a los diputados del Parlamento más el mismo número de delegados enviados por los 16 Estados federales. Si los alemanes pudieran eligir directamente al presidente el 75% daría su voto a Köhler y el 17%, a Schwan. En la situación actual, el 52% de los ciudadanos está por cambiar la Ley Fundamental para que puedan participar en esta elección. Ésta, de hecho, se convierte en una pugna caracterizada por intereses partidistas que debido a las pocas competencias del mandatario son en primer lugar una cuestión de prestigio.

Para que la candidata socialdemócrata tenga la más mínima oportunidad (el 42% de los alemanes quieren ver a una mujer en este cargo), el SPD tiene que forjar un acuerdo con el partido Die Linke (La izquierda).

Sin embargo, esta cuestión divide a la socialdemocracia alemana: por un lado, está el bando pragmático que ante el declive del SPD busca la alianza con el partido liderado por su ex presidente Oskar Lafontaine. Por el otro, el sector neoliberal que rechaza cualquier colaboración. Este último lo representan el ex ministro de Economía Wolfgang Clement, que acaba de arremeter contra Schwan en un diario de la derecha, pero también Franz Müntefering, antecesor de Beck en el cargo de presidente de partido y fiel correligionario del ex canciller Gerhard Schröder. Müntefering ha dicho públicamente que «sería saludable» que el SPD declarara formalmente que en 2009 no va a haber ninguna colaboración con la «Linke». Beck lo había prometido pero no cumplió. Por eso, el 77% de los encuestados por la ARD no se fían de lo que dice el SPD.

La CDU ha mostrado su enfado por la candidatura de Schwan. No obstante, opta por mantener la alianza, por ahora. Con la Eurocopa y las vacaciones de verano a la vista no es el momento adecuado. Al partido de Merkel le conviene más que el SPD se desintegre por sí solo debido a su propia política.

Este proceso de desintegración se acelera por la simple presencia de la «Linke». El nuevo partido acaba de cosechar otro triunfo: en las elecciones municipales del land Schleswig-Holstein obtuvo más del 7% de los votos, teniendo en cuenta que hace un lustro su entonces formación recibió sólo 0,2 puntos. La CDU cayó en picado del 50% al 38%, y el SPD del 29% al 26%. Como tercera y cuarta fuerza política se establecieron verdes y liberales con 10 y 9 puntos, respectivamente.

El ministro-presidente del land, el cristianodemócrata Peter Harry Carstensen, ha anunciado que la CDU buscará el entendimiento con liberales y verdes. Este anuncio es una muestra más del progresivo aislamiento del SPD y su pérdida de importancia frente a la «Linke». Esta última, sin embargo, no ha sido aceptada aún por el Estado alemán, además de por Washington e Israel, como interlocutor político. Para que eso fuera así tiene que pasar todavía por algunos aros.

 

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