Treinta años después, el Peine del Viento goza de una salud de hierro
«El Peine del Viento está en perfecto estado y eso también es un mérito de Chillida y sus colaboradores». Ésta es la principal conclusión de un estudio realizado por Inasmet, que será presentado hoy en las V Jornadas de Materialografía. Chillida Leku ofreció ayer un avance del mismo, coincidiendo con la apertura de una nueva exposición temporal.
Martin ANSO | HERNANI
«Tres décadas después, está en perfecto estado y, desde luego, no va a caerse en los próximos años, es más, ha aguantado sin problemas un temporal como el de febrero, que se llevó por delante el Paseo Nuevo», afirmó ayer Ángel María Irisarri, responsable del estudio realizado por Inasmet-Tecnalia sobre el estado actual de conservación del Peine del Viento. «Si llegara un tsunami -matizó-, no ya el Peine, sino todo Donostia se vería afectado, pero, en condiciones normales, la obra no tendrá ningún problema, incluso es más fácil que se rompan las rocas en las que se asienta».
Prueba de que el Peine goza de una salud de hierro es que el estudio concluye recomendando un nuevo chequeo dentro de... «otros treinta años».
Irisarri aseguró que también el mérito del excelente estado de conservación de la obra debe atribuirse a Chillida y a quienes fundieron en Patricio Echeverría de Legazpi el acero con el que se construyó. «Del mismo modo en que no podía ser un acero alto en carbono porque tenía que adaptarse a las formas curvas y, si no, corría el riesgo de quebrarse, también tenía que ser un acero resistente a las condiciones marinas, lo que consiguieron añadiendo elementos como cromo, cobre y níquel. Gracias a ello, las piezas están cubiertas por una capa compacta de óxido suficiente para impedir la penetración de los cloruros y la corrosión», dijo.
Luis Chillida, hijo del escultor y director de Chillida Leku, afirmó que a su padre le hubiese gustado conocer las conclusiones de este estudio, «porque siempre le preocupó la perdurabilidad de las obras públicas». También tuvo elogios para quienes fabricaron en Legazpi un acero específico para el Peine del Viento.
Tal y como recordó ayer Javier Moles, de Inasmet-Tecnalia, el estudio arrancó el año pasado, como contribuición de la entidad a las conmemoraciones del trigésimo aniversario de la obra.
Oficialmente será presentado hoy, con todos los pormenores técnicos, en la inauguración de la V Jornadas Internacionales de Materialografía, que reunirán estos días en Donostia a casi un centenar de especialistas.
Con ocasión de estas jornadas, Inasmet ha organizado un concurso de micrografías, fotografías obtenidas con microscopio que sirven para documentar los informes sobre roturas o defectos en algunos materiales. «Tienen, por tanto, una función fundamentalmente técnia, a pesar de lo cual con frecuencia adquieren una dimensión artística, que es lo que queremos primar a través del concurso», explicó Juan José Añorga. Algunas de ellas podrán verse estos días tanto en el salón de la Kutxa, donde tendrán lugar las jornadas, como en Chillida Leku.
Luis Chillida elogió el saber hacer de quienes hace tres décadas fabricaron en Legazpi el acero del Peine del Viento: «Trabajaban de una manera muy intuitiva y no con la exactitud con que se podría hacer hoy, pero realmente sabían bien lo que hacían».
La presentación del estudio sobre el Peine del Viento coincidió en Chillida Leku con la inauguración de una nueva exposición temporal, que completa la que ha podido visitarse en Zabalaga desde febrero pasado. Si «Materializaciones I» abordaba, desde una perspectiva más bien teórica, qué relación mantuvo Chillida con diversos materiales, «Materializaciones II» ilustra esa relación a través de una veintena de piezas realizadas en acero, madera, mármol y plomo, terracota o papal. Podrá ser visitada hasta el 22 de septiembre.