Las Juntas Generales de Araba no van a tratar la moción presentada por los procuradores de la izquierda abertzale en la que se denuncia «la situación de excepción que el Gobierno del PSOE impone a Euskal Herria mediante la política de dispersión, la tortura, la detención masiva de militantes independentistas y la prohibición de ideas», al hilo del juicio que se está desarrollando en Madrid en contra de militantes del movimiento pro amnistía, «precisamente por denunciar esas políticas represivas, por solidarizar- se con quienes en este país han sufrido esa represión durante los últimos 30 años».

La Mesa de la Cámara alavesa se negó el martes a aceptar a trámite la moción, ante lo que los junteros abertzales presentaron un escrito de reconsideración que también fue denegado por la Junta de Portavoces de esta institución.

Los procuradores de la izquierda abertzale denuncian «falta de rigor y subjetividad» en las decisiones de la Mesa de las Juntas, y una práctica «reiterada» que consiste en «limitar el debate, cerrando la puerta a todos aquellos temas que políticamente incomodan al PSOE y, por lo comprobado hasta el momento, también al PNV».

Precedentes

A pesar de que la actual legislatura no ha cumplido siquiera su primer año de andadura, la decisión de no aceptar a trámite esta moción tiene varios precedentes. Así, en diciembre la Mesa impidió el debate sobre la sentencia del sumario 18/98. El pasado mes de febrero, no quisieron abordar el debate en torno a la suspensión de actividades a EAE-ANV. También recuerda la izquierda abertzale que hace pocas fechas «se vetó la comparecencia del presidente del SEA por sus insultantes declaraciones responsabilizando a la clase trabajadora alavesa y al sistema de salud público de los niveles de absentismo». Con el veto a una moción que en otras instituciones se está debatiendo «con total normalidad», denuncian, «quieren evitar que se debata sobre la estrategia de guerra judicial que el Gobierno español aplica y que convierte en delito cualquier denuncia de la represión, de la aplicación de la tortura, de la utilización de la violencia de Estado».

La intencionalidad de esta decisión, según la izquierda abertzale, «salta a la vista observando las excusas genéricas y abs- tractas que utilizan para dar carpetazo al debate de cualquier tema en el que no tienen ningún argumento». A pesar de ello, advierten, la realidad que pretendían denunciar, «por mucho que la intentan ocultar, vuelve una y otra vez a protagonizar el debate social en Euskal Herria».