Delegadas y delegados sindicales de la enseñanza privada concertada de STEE-EILAS llevaron a cabo ayer una concentración de protesta ante la sede de Kristau Eskolak en Donostia para trasladar a esta agrupación patronal «el hartazgo y la insatisfacción» de sus compañeros y entregaron como símbolo una calabaza.

Para el sindicato, la patronal Kristau Eskolak «no ha progresado convenientemente a lo largo de este curso y las trabajadoras y trabajadores de la enseñanza privada estamos tan mal como el año pasado en lo referente a las condiciones laborales». Denunció que algunos centros están incumpliendo algunos aspectos del convenio firmado el año pasado porque «hay problemas para reconocer la antigüedad de los periodos trabajados con contratos eventuales, para cobrar el premio de continuidad y para reducir la jornada a quienes cumplen 58 años»

Además, criticó que, después de un año, no ha cumplido el compromiso de regular la jornada semanal del profesorado y señaló que «se está generalizando la jornada habitual de 34 o más horas».