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Histórica cumbre en Beijing

China y Taiwán abren la senda a la negociación tras 60 años de hostilidad

Los líderes del Partido Comunista Chino (PCCh), el presidente del país, Hu Jintao, y del Partido Kuomintang taiwanés (KMT), Wu Po-hsiung, se comprometieron ayer a impulsar la paz en una histórica cumbre celebrada en Beijing, que marcó el fin a sesenta años de hostilidad tras la guerra civil que enfrentó a ambas formaciones políticas en China. Hu dejó abierta la puerta a dar un mayor espacio diplomático internacional a Taiwán.

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GARA | BEIJING

El histórico encuentro entre los líderes del Partido Comunista Chino (PCCh), Hu Jintao, y del actualmente gobernante Partido Kuomintang (KMT) taiwanés, Wu Po-hsiung, en Beijing, ha abierto la senda a las negociaciones y a los vuelos directos entre China y Taiwán, además de haber finalizado con un compromiso de impulsar la paz entre ambos países después de seis décadas de enemistad.

Hu Jintao, que es también presidente de China, se comprometió a «impulsar el desarrollo pacífico de los lazos entre ambos lados (del Estrecho de Taiwán)», al comienzo del encuentro.

Wu Po-hsiung resaltó, por su parte, el deseo común de paz y estabilidad del pueblo chino, en referencia a China y a Taiwán, y manifestó que «con tal de que ambas partes muestren buena voluntad y se comuniquen, es de esperar un desarrollo pacífico y estable de los lazos mutuos».

El encuentro mantenido ayer en Beijing por ambos líderes políticos, el de más alto nivel en sesenta años entre ambos países, «marca una nueva era en las relaciones entre el PCCh y el KMT, y es un evento de gran importancia en los lazos entre las dos partes del Estrecho», manifestó Hu.

Impulso

El presidente chino «agradeció profundamente el afecto y la ayuda taiwanesa» a las víctimas del terremoto de Sichuan del 12 de mayo, que ha dejado casi 90.000 muertos y desaparecidos. «El afecto mostrado por todo el pueblo chino en tiempos de prueba se convertirá en la fuerza que impulse la cooperación entre los compatriotas de ambas partes del estrecho y cree un futuro unido», afirmó.

Hu Jintao dejó ayer abierta la puerta a dar un mayor espacio diplomático internacional a Taiwán. La isla, independiente de facto desde 1949 pero sobre la que China reclama la soberanía, lleva demandando desde hace más de una década asistir a las actividades de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en calidad de observador, pero Beijing ha bloqueado esos intentos.

Sin embargo, en su encuentro de ayer con Wu, que está realizando una visita de seis días a China, el presidente Hu manifestó que Beijing podría reconsiderar su postura. «Después de que ambas partes reanuden las consultas, podemos discutir la cuestión de la participación (de Taiwán) en actividades internacionales... lo que incluye dar prioridad a discutir la cuestión de su asistencia a las actividades de la OMS», explicó.

Por el momento no existe un calendario para la reanudación de las conversaciones, congeladas desde 1999, pero ambas partes se han aproximado desde que el KMT recuperara la Presidencia de Taiwán el pasado mes de marzo y se hiciera eco de la postura china de que ambos lados del Estrecho forman parte de una única nación.

China ha intentado aislar diplomáticamente a Taiwán, mientras que la isla, cuyo nombre oficial es República de China, optó por una vía más independentista durante el mandato del anterior presidente, Chen Sui Bian, que llegó a plantear la independencia formal.

En una rueda de prensa ofrecida para los medios taiwaneses tras la reunión de ayer, Wu indicó que Hu accedió a reactivar las negociaciones entre la taiwanesa Fundación Intercambios del Estrecho y la china Asociación de Relaciones a través del Estrecho, creadas hace más de diez años, pero que Beijing se negó a utilizar en los últimos años.

No obstante, señaló, no se eliminará el «segundo canal» de lazos entre Taipei y Beijing surgido en 2005 tras la entrevista de Hu con el dirigente del KMT, Lien Chan, en la que se acordó impulsar el reinicio de negociaciones, el fin del estado de hostilidad, la firma de un acuerdo de paz y la creación de mecanismos de cooperación económica.

El encuentro entre Hu Jintao y Wu Po-hsiung sirvió también para acordar priorizar la reanudación de los vuelos directos los fines de semana entre China y Taiwán, y la llegada de turistas chinos a la isla, promesas electorales del presidente taiwanés, Ma Ying-jeou, recordó Wu en la comparecencia de prensa, retransmitida por el canal TVBS. El primer mandatario taiwanés confía en empezar en julio con los vuelos directos y permitir inicialmente la entrada diaria de unos 3.000 turistas chinos.

Prioridad

Hu, por su parte, prometió dar prioridad a ambas cuestiones tras la reanudación del diálogo. «Las dos cosas pueden cumplirse en el más breve plazo de tiempo siempre y cuando ambas partes hagan esfuerzos conjuntos», declaró el presidente chino a la agencia Xinhua.

«Creo que para mejorar las relaciones a ambos lados del estrecho hay que empezar por las cosas más fáciles y los lazos económicos son más fáciles que los políticos», consideró Tao Wenzhao, experto de la oficial Academia de Ciencias Sociales de China. Tao subrayó que «si pode- mos mantener la paz y la estabilidad en las relaciones a ambos lados del estrecho, será una contribución a la paz en Asia oriental».

En la isla, el opositor e independentista Partido Demócrata Progresista (PDP) protestó ante este «segundo canal» de relaciones entre Taipei y Beijing, a través de los dos partidos dirigentes. «Ningún país entabla negociaciones con otro por medio del partido en el poder, porque no representa al pueblo», sostuvo el parlamentario del PDP Trong Chai.

Wu aceptó, asimismo, la invitación de Hu para asistir a la inauguración de los Juegos Olímpicos de Beijing en agosto.

El presidente chino subrayó que hace falta pragmatismo político para resolver los problemas que ha dejado la historia y los nuevos problemas y añadió que China adoptará medidas activas para «disipar los malentendidos y dudas del pueblo de Taiwán» sobre China.

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Ambos dirigentes políticos mostraron su confianza en un «desarrollo pacífico y estable de los lazos mutuos» y consideraron que la reunión a alto nivel de ayer marca una nueva era en las relaciones entre los dos partidos.

diplomacia

El líder del PCCh dejó abierta la puerta a dar un mayor espacio diplomático internacional a Taiwán. La isla lleva demandando desde hace más de diez años su asistencia a las actividades de la OMS, intentos que Beijing ha bloqueado.

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Hu Jintao y Wu Po-hsiung acordaron dar prioridad a la reanudación de los vuelos directos entre China y Taiwán, suspendidos en 1949, y a la llegada de turistas chinos a la isla, siempre y cuando, matizó Hu, «ambas partes hagan esfuerzos conjuntos».

Un nuevo presidente para una nueva era

La victoria en las elecciones presidenciales del 22 de marzo en Taiwán del candidato opositor del Kuomintang, Ma Ying-jeou, y su toma de posesión hace tan sólo una semana, el pasado día 20, ha puesto fin a ocho años de tensiones entre Beijing y el ex presidente independentista Chen Shui-bian, y augura una mejora en los lazos entre ambos países.

Ma Ying-jeou prometió un acercamiento económico a China y poner fin a seis décadas de hostilidad, con el compromiso de una unión a largo plazo con China «en libertad, democracia y prosperidad», pero manteniendo la actual situación a medio plazo. Además, se comprometió «no negociar la unión con China ni declarar la independencia formal», y mostró su intención de firmar un acuerdo de paz y negociar mayor espacio internacional para la isla, además de defender la creación de un «mercado común».

China considera que la isla es parte de su territorio, aunque ambas partes están gobernadas separadamente desde 1949, cuando las fuerzas nacionalistas del KMT se refugiaron en la isla tras ser derrotadas en la guerra civil que les enfrentó a los comunistas liderados por Mao Tse-tung.

Ambos países iniciaron conversaciones en 1993 en Singapur, pero el diálogo se rompió tras una visita en 1995 del presidente taiwanés a EEUU, que China interpretó como un paso en las pretensiones independentistas de la isla. Los años siguientes estuvieron marcados por unas relaciones turbulentas y China llegó incluso a amenazar en el pasado con invadir Taiwán en el caso de una declaración de independencia. GARA

Malentendidos

El presidente chino subrayó que hace falta pragmatismo político para resolver los problemas que ha dejado la historia y añadió que Beijing adoptará medidas activas para «disipar los malentendidos y dudas del pueblo de Taiwán» respecto a China.

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