Javier Madrazo fue reelegido coordinador general de Ezker Batua cosechando un apoyo notablemente mayor que el obtenido hace cuatro años, por lo que su línea política sale reforzada del cónclave desarrollado durante el fin de semana en Bilbo. Por su parte, el sector encabezado por Oskar Matute retiró su candidatura y se abstuvo mayoritariamente en la votación definitiva. Madrazo logró el 78,72% de los votos del Consejo Político, casi dieciséis puntos más que en 2004.

Durante su intervención de la mañana ante la Asamblea, el líder de EB destacó que en «estas dos jornadas maratonianas se ha hecho un buen trabajo» y que «se han realizado aportaciones, todas ellas legítimas y necesarias».

Aunque abogó por «la cohesión interna» y por la integración de todas las sensibilidades, criticó «la operación conspirativa» del sector liderado por Matute. Madrazo, que presentó un decálogo con medidas para proceder a «la refundación» del partido, aseguró que no prescindirá de ningún «activo», en alusión a Matute -portavoz de EB en el Parlamento de Gasteiz-, y anunció también que el PCE-EPK, que respaldó su candidatura, «va a jugar un papel clave en esta etapa».

Si quiere conseguir esos objetivos, primero deberá procurar cerrar las heridas que ha dejado abiertas este congreso. Y es que el «número dos» del sector crítico de EB, Angel Bao, aseguró que, tras «los fracasados intentos de solucionar internamente los problemas», en los próximos días denunciarán ante la Justicia ordinaria «las irregularidades» que, a su juicio, se han cometido durante el proceso asambleario .

«Entendemos que no hemos estado todos en igualdad de condiciones a la hora de llegar a esta asamblea. La conformación del censo de miembros de EB para elegir la asamblea se ha hecho de una forma irregular, y entendemos que hay bastantes personas, bastantes afiliados, que han compuesto este censo sin cumplir los requisitos estatutarios para poder componerlo. Por lo tanto, la conformación de la asamblea en ese sentido puede quedar alterada», manifestó el ex viceconsejero de Bienestar Social del Gobierno de Lakua.

Indicó, además, que la candidatura liderada por Matute se constituyó «de manera pública, abierta y transparente», frente al «pacto» alcanzado por Madrazo con el PCE-EPK, «del cual -añadió- desconocemos absolutamente en qué ha consistido».

Una sola lista o dos caminos

Tras ser reelegido, Javier Madrazo expresó el «honor, afecto y sentimiento de responsabilidad» que le embargaba porque ha sido designado para «coordinador los esfuerzos de cerca de dos millares de afiliados». En su discurso de clausura, defendió la lucha de la izquierda «a favor de los desheredados de un sistema injusto; por los parias de la tierra, por la mujer maltratada, el inmigrante criminalizado y el joven sin futuro».

«Trabajaremos por una sociedad más justa y mejor, porque el futuro para nosotras y nosotros empieza hoy», afirmó para a continuación reiterar el llamamiento al consenso, ya que, según puso de relieve, «todas y todos somos imprescindibles para sacar adelante el proyecto de Ezker Batua».

«A partir de hoy sólo hay una lista, sólo hay una dirección, la de todas y todos, la de Ezker Batua-Berdeak», concluyó.

Por su parte, Oskar Matute señaló que el proyecto que defiende su plancha se encuentra «al principio del camino» para que esta formación sea «alternativa» y no «una parte, la parte amable, la parte progre», del Gobierno tripartito de Lakua.

Manteniendo el discurso que había ido desplegando durante los días previos al congreso, subrayó que existe una «contradicción evidente» entre «el discurso de izquierdas» de EB y «su práctica política».

Matute quiso expresar su «reconocimiento» a los compañeros de la dirección de Ezker Batua que «han decidido que no podían seguir tolerando determinadas actuaciones», así como a quienes han optado por «resistir en posiciones de dificultad».