Israel libera a un preso de Hizbulah a cambio de soldados muertos en 2006
Hace una semana, el líder de Hizbulah Hassan Nasrallah anunció la pronta liberación de presos libaneses como parte de las negociaciones secretas con Israel para lograr un canje. Ayer se produjo la primera excarcelación, la de Nassim Nissir, preso desde 2002 por «espionaje» y «colaboración» con la milicia chií. Ésta, por su parte, entregó al Comité Internacional de la Cruz Roja un ataúd con restos de soldados israelíes muertos en Líbano en la guerra de 2006.
GARA |
Tras pasar seis años en una prisión israelí acusado de «espionaje» y «colaboración» con Hizbulah, Nassim Nissir se reunió ayer con sus familiares en la localidad fronteriza de Naqoura. Su puesta en libertad se produjo como parte del canje de presos acordado con Israel. A cambio de esta liberación, la milicia chií entregó al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) los restos de los soldados israelíes muertos en Líbano en la guerra de 2006. Un responsable gubernamental confirmó que el Ejército recibió de manos del CICR «un ataúd que, aparentemente, contiene restos de soldados». Añadió que médicos militares y rabinos procederán a analizarlos para su identificación.
Por su parte, el portavoz de Hizbulah, Wafik Safa, no precisó si estos restos pertenecen a los dos soldados, Ehud Golwasser y Eldad Regev, cuya captura el 12 de julio de 2006 desencadenó la guerra de 34 días.
Para el jefe de la diplomacia alemana, Frank Walter Steinmeier, cuyo país ha ejercido de mediador en las negociaciones, se trata de un paso positivo para lograr un intercambio de presos. De visita en Beirut, expresó su satisfacción por «la adopción de esta medidas preliminares» que, en su opinión, «ayudarán a crear una dinámica positiva y una confianza mutua».
El 19 de enero, el secretario general de Hizbulah, Hassan Nasrallah, afirmó que tenían en su poder «cabezas, piernas y manos de soldados israelíes» fallecidos en julio de 2006.
El pasado 26 de mayo, prometió la pronta liberación de prisioneros. Ese mismo día, la familia de Samir Kantar, el preso libanés que más tiempo lleva en cárceles israelíes, dio cuenta de los avances en las conversaciones entre Israel y Hizbulah. Kantar, militante del Frente de Liberación de Palestina (FLP), fue condenado en 1980 a 542 años de prisión por la muerte de un civil israelí y de su hija, así como de un policía en 1979 en Nahariya. El último intercambio se realizó en octubre de 2007. En esa ocasión, Israel entregó los restos de dos milicianos y a un preso, a cambio del cuerpo de un israelí y de información sobre el piloto Ron Arad, capturado por militantes chíitas del movimiento Amal después de que su avión fuera derribado en el sur de Líbano en 1986.
Ayer, cientos de personas acudieron al acto convocado por Hizbulah para recibir a Nissir, que hace un mes terminó de cumplir la condena. Fue entonces cuando el Gobierno le revocó la nacionalidad israelí, adquirida por su madre. Nacido en Líbano, en 1982 tuvo que abandonarlo refugiándose con la familia de su madre cerca de Tel Aviv. Su hermano Mohammed recordó que, antes de su excarcelación, fue trasladado a una celda de aislamiento para «forzarle a abandonar sus planes de volver a Líbano junto a sus hijas, de nacionalidad israelí».
Abrazado a su madre, Nissir expresó su agradecimiento a Nasrallah y a «todo Líbano».
En nombre de la milicia chií, Nabil Kawouk aseguró que, pese a su «situación interna, Hizbulah no olvida el asunto de los presos. No habrá soberanía, libertad y dignidad total para Líbano mientras haya un solo libanés en cárceles».
No es la primera vez que Alemania hace de mediador entre Israel y Hizbulah. En enero de 2004, logró la puesta en libertad de 400 presos libaneses y árabes como contrapartida a la entrega de los restos de tres soldados y de un israelí tildado de «espía» por Hizbulah.
Aunque el Gobierno israelí negó que la entrega de Nissir sea parte de un acuerdo más global con Hizbulah, el ministro de Asuntos Exteriores alemán consideró que es un paso positivo en las negociaciones.
El diario británico «The Sunday Times» desveló que la actual ministra israelí de Exteriores y favorita para suceder a Olmert en el cargo, Tzipi Livni, trabajó en la década de 1980 para el Mossad. Desde su destino en París, viajó por toda Europa a la caza de activistas palestinos de la OLP. Antiguos compañeros suyos aseguraron que estaba en servicio activo cuando en 1983 el Mossad mató a Mamoun Meraish en Atenas. No obstante, señalaron que no estuvo directamente implicada en este atentado. «No era un chica de oficina. Era inteligente, con un coeficiente intelectual de 150. Se movía muy bien por las capitales europeas trabajando con agentes masculinos, la mayoría de ellos antiguos miembros de comandos, acabando con terroristas árabes», afirmó un ex compañero de Livni, que presentó su dimisión poco después de la muerte de Meraish.
Su actual jefa de Gabinete, Mira Gal, subrayó que «si hubiera cometido un error, el resultado sería una detención y consecuencias políticas catastróficas para Israel. El riesgo era palpable».
Coincidiendo con esta revelación y en vísperas de la reunión de hoy entre el primer ministro israelí, Ehud Olmert, y el presidente palestino, Mahomoud Abbas, el Gobierno israelí anunció la construcción de 884 nuevas colonias judías en Jerusalén este, zona ocupada y anexionada en 1967. De las 884 viviendas, 763 se construirán en Pisgat Zeev y 121 en Har Homa.
El negociador Saeb Erakat condenó esta medida, así como «todas las que perpetúen la colonización. Queda claro que los esfuerzos de paz se verán seriamente afectados», advirtió. Egipto también denunció la decisión israelí y pidió la implicación del Cuarteto. GARA