Por decimotercer año consecutivo, decenas de independentistas de la Llanada, de Sakana y de Goierri acudieron a la subida al monte Hirumuga, donde confluyen los tres herrialdes y que sirvió como punto de encuentro para reunir a los habitantes de estas zonas de Euskal Herria.

Desde la cima, todos se comprometieron a seguir trabajando y luchando por la independencia de este país. Tras la ascensión se celebró una multitudinaria comida popular en Agurain, en la que tomaron parte desde niños hasta abuelos y donde el ambiente festivo y reivindicativo fueron en todo momento de la mano.

En ese contexto, los organizadores denunciaron que este año la actividad se ha llevado a cabo bajo una situación política «especialmente revuelta, donde la izquierda abertzale se ha visto colocada en el punto de mira del Estado español». Recordaron que la represión en Euskal Herria «es cada vez mayor» y que personas que han tomado parte en esa fiesta en años anteriores «ahora se encuentran dispersadas en cárceles españolas».

También denunciaron que, con la consulta del lehendakari Ibarretxe, el PNV «se pretende disfrazar con una careta falsa, cuando su verdadero objetivo es llegar a un acuerdo con el PSOE para lograr una mera reforma del Estatuto de Gernika». Aseguraron que la izquierda abertzale seguirá trabajando por la consecución de un nuevo marco democrático.