Usain Bolt es el nuevo propietario del récord del mundo de los 100 metros. Lo consiguió en el marco del Grand Prix de Nueva York cuando detuvo el crono en 9.72 y en presencia de Tyson Gay, campeón mundial de 100 y 200, al que desplazó al segundo puesto (9.85). El tercer clasificado, Davis Patton, no bajó de los 10 segundos (10.07).

En el Icahn Stadium, el jamaicano aprovechó un viento legal de 1,7 metros por segundo para confirmar sus enormes posibilidades en los 100 metros y arrebatarle la plusmarca a su compatriota Asafa Powell, quien hace menos de un año corrió en 9.74. Desde que en 2002, con 15 años, se convirtió en el campeón mundial junior más joven de la historia al vencer en los 200 metros, Bolt parecía destinado al doble hectómetro.

En Osaka, en el Mundial de los mayores, Gay le relegó a la plata. Hace casi un mes en Kingston, el sprinter de Trelawny asombró al mundo del atletismo cuando se quedó a dos centésimas de la plusmarca de Powell teniendo en cuenta que los 100 metros no eran su prueba de preferencia. Conseguir la segunda mejor marca de siempre le situó inmediatamente como el tercer hombre para los Juegos Olímpicos, junto a Gay y a Powell. Teniendo en cuenta su regularidad, sus condiciones y su juventud -cumplirá 22 años en el Nido de Pájaros de Beijing- su candidatura crece enteros también para la prueba reina pese a que mantiene que los 200 son su carrera favorita.

El espigado jamaicano, que mide 1,96 y pesa 88 kilos, parece tener el don de la oportunidad y también el de desbaratar las viejas teorías que apuntan a que en temporadas preolímpicas escasean las plusmarcas. Sea como sea, el joven Bolt comienza a recoger los frutos tras decidirse por el atletismo pese a su pasión por el cricket pero ya ha establecido su particular baremo.

«El récord del mundo no significa nada sin el refrendo de una medalla de oro en unos Campeonatos del Mundo o en unos Juegos. Si eres campeón olímpico nadie puede arrebatarte la gloria al menos en cuatro años», dijo tras su hazaña. Con esta declaración de intenciones, sus previsibles rivales en la cita del verano se apresuraron a decir que piensan mantener su programa de preparación. Gay señaló «no me ha sorprendido y no pienso cambiarlo». Desde Berlín, Stephen Francis, entrenador de Powell, habló de continuar con sus planes.