Pinotti se impuso en la crono final, en la que los hombres fuertes acusaron el cansancio y Ricco y Bruseguin mantuvieron sus plazas
Contador rompe el dominio italiano
Tras once triunfos seguidos de ciclistas locales, el madrileño ganó su segunda grande consecutiva pese a disputarla sin prepararla
Tras once ediciones de dominio desde que el ruso Pavel Tonkov ganara en 1996, Alberto Contador acabó con la hegemonía italiana en el Giro y amplió la suya con un triunfo que invita a pensar que el futuro del ciclismo está en sus piernas. El madrileño fue el más fuerte de todos los hombres importantes en la crono final de 28,5 kilómetros en Milán, en la que todos ellos acusaron el desgaste de las dos etapas alpinas precedentes. Por ello el triunfo de etapa se lo disputaron los especialistas, con dominio del High Road, que ganó con Pinotti y colocó a Martin, segundo, y a Wiggins, cuarto.
La crono confirmó que todos los favoritos han llegado muy justos al final de un Giro durísimo, lo que da un mayor mérito al triunfo de Alberto Contador. Aunque algunos no han creído que el madrileño afrontara la carrera tras ser avisado una semana antes cuando se encontraba de vacaciones en la playa, lo que no admite dudas es que no ha seguido una preparación específica como los italianos y eso ha provocado que su nivel haya sido inferior al exhibido el año pasado en su triunfo del Tour o este mes de abril en el conseguido en Euskal Herria.
Si sin preparar una grande, sin conocerla, sin inspeccionar las etapas y siendo inferior en su terreno preferido, la montaña, a un corredor como Riccardo Ricco, es capaz de ganarla, cuando las prepare con normalidad va a ser muy difícil que alguien pueda con él y sus 25 años invitan a pensar que el ciclismo tiene un dominador para rato.
Sin emoción
Los cuatro escasos segundos con los que afrontaba la crono Contador sobre Ricco podían augurar alguna emoción a la última etapa porque un percance podía desequilibrar la balanza en favor del italiano, pero el líder del Astana eliminó cualquier duda desde la rampa de salida. El joven del Saunier hizo una buena crono, apenas perdió un minuto en 28.5 kilómetros con grandes especialistas como Bruseguin y Menchov, lo que le permitió no temer nunca por el segundo puesto, pero el pedaleo suyo nada tenía que ver con la cadencia del líder de la prueba.
Desde los primeros kilómetros le cogió medio minuto, la renta se amplió a los 55 segundos en la primera referencia y eso le permitió correr sin necesidad de arriesgar nada. La única manera por la que podía perder la carrera era con una caída y cuando vio que estaba asegurado el triunfo final y que el de la etapa estaba complicado se limitó a disfrutar como no le han dejado hacerlo esta temporada.
Contador es el justo ganador de una carrera que ha resultado preciosa para el espectador, aunque exageradamente dura para los corredores porque el kilometraje de las etapas ha sido excesivo, el recorrido ha sido muy duro con demasiados traslados que han impedido a los ciclistas recuperar con normalidad. El mejor reflejo de ello fue la crono que hicieron los diez hombres que han estado dos puntos por encima de los demás. En el duelo de ayer entre todos ellos, Pellizotti se quedó a dos segundos del podio, Menchov arrebató la quinta plaza a Sella y Van den Broeck la séptima a un Di Luca que acabó fundido, al igual que Simoni, que terminó décimo su último Giro.
Alberto Contador, que aseguró que acudió al Giro sin la forma adecuada con la idea de abandonar en la primera semana, señaló tras su triunfo final que «el Tour ha sido un antes y un después en mi vida, pero esto tiene un sabor especial y moralmente ganar este Giro es más importante que revalidar el título del Tour». Sin embargo, admitió que su victoria en el Tour «fue mucho más difícil, llegaba más muerto a la meta que en este Giro, donde empecé a ver que tenía opciones en la séptima etapa. Fue un final duro en el que llegué con Di Luca, Ricco y Piepoli y allí empecé a tener más confianza y decidí seguir adelante».
Su director, Johan Bruyneel, aseguró que ha visto características en el madrileño que sólo tenía Armstrong, con el que ganó siete Tours: «Contador puede llegar muy lejos, como ha demostrado en este Giro al 80% de su forma física. Ha mejorado mucho en la contrarreloj y es el mejor escalador del mundo y el mejor contrarrelojista de los escaladores, una fórmula ideal para ganar grandes vueltas. Cuando ganó el Tour ya dije que había nacido un fenómeno como Lance. Tiene ante sí un gran futuro. Armstrong ganó su primer Tour con 27 años, él con 25 ya ha ganado Tour y Giro».
Ricardo Ricco, que en la víspera dijo que de estar en un equipo grande habría ganado el Giro, ayer señaló que «quiero agradecer a todo mi equipo su ayuda y, sobre todo, a mi director Pietro Algeri, que es el hombre que con su experiencia sabe mantener siempre la tranquilidad. Yo, con mi carácter ganador, a veces soy demasiado conflictivo. Soy así y espero madurar con el tiempo. La suerte no ha estado de mi lado en este Giro, pero estoy convencido de que el próximo año -con más experiencia- será muy difícil batirme».
GARA