BARRIOLA 22

GONZALEZ 8

La final del Campeonato Manomanista, prevista para el próximo 15 de junio en el Atano III de Donostia, deparará un derbi entre dos leitzarras: Abel Barriola y Oinatz Bengoetxea. El zaguero de Aspe se deshizo ayer de Sebastien Gonzalez de forma aplastante (22-8), mientras que el delantero de Asegarce, la gran revelación del torneo, ya estaba clasificado para el choque por la txapela tras derrotar hace varias semanas a los hermanos Olaizola contra todo pronóstico.

La segunda semifinal, aplazada una semana por la lesión en el gemelo izquierdo de Gonzalez, sirvió para ver al mejor Barriola. El navarro estuvo magnífico, tanto en defensa como en ataque, sumando un total de 17 tantos y cometiendo un solo fallo. Es más, no realizó ningún error en juego, ya que su único lunar vino consecuencia de una falta de saque (9-1). Se trataba del primer tanto del de Azkaine, tras un comienzo arrollador por parte del colorado, que, con una defensa para enmarcar, se distanció en el marcador en un abrir y cerrar de ojos.

Gonzalez dominó la mayor parte de los tantos en el inicio, pero no supo o no pudo acabar. Y es que el de Leitza llevó pelotas increíbles y, encima, se permitió el lujo de desesperar a su rival con dos paredes (1-0 y 3-0), dejadas (5-0 y 6-0) y una preciosa volea al ancho (7-0) que ponían tierra de por medio demasiado pronto. Dos tantos de saque aumentaron la renta hasta un contundente 9-0.

A partir de ese momento, Barriola ya no tuvo que hacer tanto uso de la defensa, puesto que la oposición de su contrincante disminuyó. Un par de dos paredes, una dejada en el txoko y un saque directo rompieron el encuentro definitivamente (14-2). Fue entonces cuando llegó el «definitivo» 14-3, un tanto muy duro que acabó con un dos paredes de Gonzalez y con el pupilo de Panpi Laduche en vestuarios.

El labortano acababa de resentirse de la rotura de fibras por la que se aplazó la segunda semifinal y, aunque saltó a la cancha y se mantuvo dignamente sobre ella, disputó el resto del partido aquejado de una ostensible cojera. Estaba claro que en esas condiciones la remontada era una utopía. De todos modos, en vista de lo ocurrido hasta ese momento, la misión hubiera sido igual de imposible en caso de no mediar lesión.

Curiosamente, los mejores minutos de Gonzalez vinieron a continuación, cuando el azul hizo suya la consigna de matar o morir. Instalado en los cuadros alegres, con problemas para desplazarse, se apoyó en el saque y en el remate para maquillar el luminoso y aplazar su inevitable derrota.

«Casi es un milagro»

Al término del duelo, Barriola destacó el hecho de que en la final haya dos pelotaris de Leitza. «Casi es un milagro, ya que tenían que darse muchas casualidades. Al final, se han dado todas las combinaciones. Para un pueblo tan pequeño como Leitza es algo muy grande», señaló el zaguero navarro.

Asimismo, elogió a su rival de ayer. «Es un gran manomanista. No es casualidad que haya llegado cuatro veces seguidas a semifinales. Tiene que seguir trabajando. Algún día ganará la txapela», vaticinó.

Gonzalez, por su parte, no puso excusas a su derrota, pese a resentirse de su lesión. «No hay nada que objetar. Barriola ha estado muy bien», indicó.