La experiencia de estos dos años debe ayudar a asentarse en la ACB
Arnaitz GORRITI
No es ningún secreto que el salto de la LEB a la ACB es importante. Bien lo sabe Bruesa GBC, que en su primera experiencia en la principal liga de Europa se quedó sin fondo físico ante tanta calidad tan bien repartida. Fichajes erróneos, remiendos que llegaron lesionados, jugadores de bajo perfil... digamos la verdad: la plantilla de aquel Bruesa GBC no era mejor, más bien todo lo contrario, a la plantilla que, un año más tarde, ha logrado el ascenso.
La temporada 2008/09 acaba de empezar para el club donostiarra. En una pelea tan cerrada por mantener la categoría -que nadie se lleve a engaño: el 70% de los recién ascendidos regresan a la LEB- es imprescindible que el conjunto que entrenará Pablo Laso sepa a lo que juega y comience a amasar triunfos desde el primer día. Estos dos últimos años -en el que se encuentran una planificación a salto de mata y otra con las miras y los objetivos claros desde el primer momento- debe servir como experiencia a un club que tiene una oportunidad de oro para asentarse en la ACB.